Literatura

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Dan Brown blindado contra «hackers» y «piratas»

El jueves llega a las librerías «Origen», una nueva entrega de Robert Langdon ambientada totalmente en España. Su editora y traductor revelan las extraordinarias medidas de seguridad que han rodeado la traducción y distribución del libro.

Dan Brown posa en este edificio de Barcelona, uno de los lugares donde se desarrolla la trama de «Origen»
Dan Brown posa en este edificio de Barcelona, uno de los lugares donde se desarrolla la trama de «Origen»larazon

El jueves llega a las librerías «Origen», una nueva entrega de Robert Langdon ambientada totalmente en España. Su editora y traductor revelan las extraordinarias medidas de seguridad que han rodeado la traducción y distribución del libro.

Dan Brown ha pasado de ser un escritor de «best-seller» a convertirse en un acontecimiento literario. Un gran salto que se produjo en 2003 con la publicación de «El código da Vinci», que le ganó la enemistad de un sector de la Iglesia –a pesar de que el autor devolvía a esta institución parte de la fascinación que había perdido en las últimas décadas apropiándose de una historia más próxima al territorio de la leyenda que a la geografía de las certezas y evidencias–, elevó su nombre a los profanos altares del éxito, impulsó de nuevo las ventas de sus novelas anteriores y logró que, a partir de ese momento, sus futuros lanzamientos pasaran a fijarse con rotulador rojo en el sobrecargado calendario de las librerías.

Desde entonces, las editoriales, conocedoras de esa lucha entre ángeles y demonios que es la protección de los derechos de propiedad intelectual y la «piratería», han aumentado extraordinariamente las medidas de seguridad alrededor de sus nuevos libros para prevenir cualquier filtración argumental o que las alargadas manos de los «hackers» acaben apoderándose de sus ficciones y, posteriormente, los textos terminen en la gratuidad de la red. Conscientes de las importantes ventas que hay en juego detrás de cada uno de los títulos de este autor de eco internacional, lo sellos no han ahorrado en aumentar extraordinariamente sus medidas de seguridad y elevarlas a niveles pocas veces vistas en el mundo literario hasta el punto de que, probablemente, ni los propios narcotraficantes deben proteger con tanto celo sus cargamentos.

Dentro del búnker

La traducción de «Origen», la primera obra de Dan Brown ambientada completamente en España y que saldrá a la venta el próximo día 5 de octubre a nivel mundial (eso también incluye nuestro país), se ha hecho bajo unas estrictas normas de control. Los traductores, provenientes de diferentes países, trabajaban aislados, en un lugar, denominado, no sin cierta dosis de ironía, como «búnker». Sus ordenadores no estaban dotados de conexión a internet y en esta sala no estaba permitido acceder con accesorios electrónicos (móviles, tabletas...), que debían dejarse encerrados en unas taquillas exteriores. «Esta es la quinta novela que traduczco de él –comenta Aleix Montoto– y la segunda ocasión en que lo hago encerrado en el “búnker”. Lo llamamos así porque la primera vez que nos reunieron en un espacio de estas características estaba en Milán, en un edificio construido por Oscar Niemeyer que tenía las paredes de cemento. Lo explico porque muchas personas piensan que realmente es un lugar subterráneo, un auténtico “búnker”, y no es así. De hecho, estamos bastante cómodos. En el fondo, es una habitación de reuniones habilitada para este caso especial. Para “Origen”, todos los traductores europeos nos hemos juntado en Barcelona. Cada uno llevaba un ritmo diferente, porque había países que han puesto dos o tres traductores y, algunos otros, se han incorporado algo más tarde. El ambiente es bastante cordial y, de hecho, eso nos ayuda, porque hablamos y consultamos dudas entre nosotros. Como la trama está ubicada en España, de hecho, la mayoría de los traductores extranjeros nos preguntaban a los españoles detalles de la cultura o las ciudades. Esto se hace para evitar filtraciones, como ha sucedido con “Juego de tronos”. Antes de “El código da Vinci”, las editoriales enviaban el libro para traducirlo. Ahora se ha decidido que es mejor trasladar al traductor hasta la editorial. Así se corren menos riesgos».

Elena Ramírez, editora de Seix Barral , aclara que las medidas de seguridad no se circunscriben a esta estancia, sino que se extrapola a cada uno de los puntos de la cadena. «Se hacen copias de seguridad todos los días para evitar que se pierdan las traducciones, lo que retrasaría su publicación, y todas ellas se custodian en unas cajas de seguridad. Nadie más que los traductores y los diseñadores a los que se les ha encargado la portada, pueden entrar y salir de esa habitación. La copia de la editorial americana, encriptada, la recibo yo. Jamás se utiliza en correo electrónico y se emplean unos programas de cifrado para acceder a ella».

El temor a que termine extraviándose un libro o las páginas de algún capítulo ha hecho que incluso se vaya más allá. «La seguridad también es extraordinaria en la imprenta, la producción y la maquetación, que se hace en la misma sala de la traducción. En la imprenta, que ya cuenta con su propia vigilancia, trabaja un equipo reducido de personas y todas están obligadas a firmar antes un contrato de confidencialidad. Además, las cajas donde se guardan y se trasladan los ejemplares impresos se pesan, se miden y se precintan. Solo por el peso podemos averiguar si falta un libro. Cada una de las cajas, por su parte, posee su propio codigo de barras y también tenemos en cuenta detallada el número de títulos que hay en cada embalaje. A esto se suma que los camiones que distribuyen la obra también están precintados, desde el lugar de origen hasta su destino. Si faltara un libro, lo sabríamos enseguida», afirma Elena Ramírez.

Dan Brown, un mago literario que ha logrado que su nombre sea un fenómeno internacional reinventado la fórmula tradicional del «best-seller», visitó España cuando tenía 17 años y posteriormente al ser un estudiante de historia del arte. También ha vivido con una familia en Gijón y ha venido en infinidad de ocasiones a diferentes ciudades de España, un país que, desde el comienzo, ha sido relevante para su formación intelectual y personal. Ahora, brinda a esta tierra un homenaje en la nueva aventura de su personaje más emblemático: Robert Langdon, un investigador, un simbolista, un detective de enigmas, al que el actor Tom Hanks ha prestado su rostro en tres ocasiones. En esta nueva entrega –también suceptible de ser adaptada a la pantalla–, tendrá que enfrentarse a un adversario más temible que en las últimas entregas. «Este relato cuenta con una particularidad –avanza Elena Ramírez–. Él es profesor de simbología antigua, pero en esta trama se ve metido en unas claves totalmente distintas, las del arte contemporáneo, en las que él no es un especialista. Tiene que aprender a descifrar y apreciar este código desconocido para él».

Un don innato

Para Elena Ramínrez, Dan Brown es «el gran autor de “best-seller” que hay en la actualidad. Ha vendido 200 millones de ejemplares y se ha traducido a 56 países. Posee la virtud de dotar a sus narraciones de una acción trepidante, una cualidad que hace que sus seguidores no puedan dejar de leer. Eso es un don innato en él, aparte de que es un excelente desarrollador de tramas. También procura que, en cada una de sus obras, sus seguidores aprendan cosas nuevas, pero, con un matiz: pasándoselo bien. Eso es toda una virtud». Elena Ramírez, que no alberga dudas y piensa que esta historia puede superar las ventas de otros títulos del escritor, revela que la tirada de salida en español es de 600.000 ejemplares.

Aleix Montoto resalta la capacidad de Dan Brown para introducir «velocidad a las intrigas, y, sobre todo, su inventiva para crear esos juegos de simbología. Pero lo que me atrae es el ritmo endiablado de sus novelas. Empiezas a leer y ya no paras. Es uno de los motivos por lo que engancha tanto. Pero a mí, en el fondo, hay algo especial que me gusta. Su personaje es un héroe peculiar, que en vez de emplear los músculos para abrirse paso, recurre a su destreza intelectual. Sus poderes son sus conocimientos académicos. Y eso está muy bien. Por otro lado, las novelas de Langdon son como las películas de James Bond. Tiene unos atributos, unas características muy especiales, pero también una evolución y unos guiños que sus fans pueden reconocer con suma facilidad».