Holocausto

El último tesoro nazi

En una casa al norte de Buenos Aires aparecen 75 objetos pertenecientes a los grandes jerarcas del Tercer Reich, entre ellos la lupa de Hitler

Dos investigadores retiran uno de los objetos encontrados en Beccar
Dos investigadores retiran uno de los objetos encontrados en Beccarlarazon

En una casa al norte de Buenos Aires aparecen 75 objetos pertenecientes a los grandes jerarcas del Tercer Reich, entre ellos la lupa de Hitler.

detrás del muro estaba: centenares de objetos históricos de todo tipo. De China, Japón, Egipto... y Alemania, país fetiche del coleccionismo si de vestigios nazis se habla. Da igual que se comparta o no el ideario, la fascinación que despierta sigue siendo paranormal. Y así fue, hasta un total de setenta y cinco piezas que antes o después habían tocado con sus propias manos los grandes jerifaltes del Führer aparecían tras una librería en lo que ya se ha denominado el «mayor hallazgo nazi» en Argentina –país al que huyeron en masa muchos de los responsables del Holocausto–. Todas ellas marcadas con la «deseada» esvástica. Incluso una que el propio Adolf Hitler había usado, su lupa. Así lo adelantaba ayer la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich: «Nuestras primeras investigaciones indican que son piezas originales»; y lo confirmaba el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia: «Es la lupa que Hitler usaba. Hemos recurrido a los historiadores y así nos lo dijeron».

Ocurrió al norte de Buenos Aires –dentro de una investigación que llevaba abierta desde octubre de 2016–, cuando la Sección de Investigación de Delitos Culturales –dependiente del Departamento de Protección de Patrimonio Cultural–, alertada por una comercialización de piezas protegidas por la Ley 25.743, dio con el botín. Ocho meses después de arrancar y tras entrar en dos locales y una residencia en Beccar, el pasado 9 de junio la Policía Federal se topaba en esta última con una biblioteca que no era más que una puerta de entrada al pasado –y al mercado negro–. A su espalda se escondían piezas arqueológicas y paleontológicas como amonites pulidos, ámbar, trozos de caparazón de gliptodonte... Antigüedades englobadas dentro de la Lista Roja de la Unesco que le dan su toque de ilegalidad. Pero los culpables de que la noticia saltara a los titulares de todo el mundo fueron esos 75 objetos gamados.

Un busto y una escultura del Führer, tazas, un reloj de arena, un imponente águila sobre una esvástica, juguetes que se utilizaron para adoctrinar a niños, dagas, medidores del tamaño de la cabeza... Piezas que como han confirmado las autoridades argentinas «serán depositadas en el Museo del Holocausto de Buenos Aires». «Estamos conmovidos, es muy importante el hallazgo de estas piezas originales con simbología nazi, emblemas de una trágica época de la historia», continuaba Bullrich.

las fotos de la verdad

Y por si había alguna duda de la autenticidad de lo requisado, el coleccionista, desconocido al cierre de esta edición –no se citaron detenidos–, acompañaba sus piezas con fotografías en las que se las podía ver junto a sus anteriores usuarios. Así lo defendía la ministra: «Sería una manera de comercializarlos, demostrando que fueron objetos utilizados por el Führer». A falta de la confirmación oficial –«la causa está en secreto de sumario y todavía no podemos saber cuáles son las conexiones»–, los investigadores sospechan que los objetos alemanes fueron llevados a Argentina por uno o varios altos funcionarios del nazismo, aunque todavía se está tratando de determinar cómo entraron esos objetos al país. Cohen Sabban, responsable de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas cerraba: «Esta es la prueba irrefutable que de aquí se abrieron las puertas para que jerarcas nazis entrasen en nuestro país».