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Elena Ferrante planta cara a Amazon

Su editorial se niega acomercializar sus obras en la plataforma la misma semana que Italia le impone una multa millonaria al gigante del comercio por internet.

Elena Ferrante planta cara a Amazon
Elena Ferrante planta cara a Amazonlarazon

Su editorial se niega acomercializar sus obras en la plataforma la misma semana que Italia le impone una multa millonaria al gigante del comercio por internet.

En un mundo donde el comercio por internet adquiere cada vez más protagonismo y deja en segundo lugar a la tienda física, pocos son quienes se atreven a plantar cara a un gigante como Amazon, sean cuales sean las condiciones del contrato. Sin embargo, la editorial italiana E/O, encargada de publicar los libros de la escritora de «best seller» que firma bajo el pseudónimo de Elena Ferrante, lo ha hecho. A escasas horas de las fiestas de Navidad la editorial romana ha lanzado un duro comunicado, firmado por sus fundadores, Sandro Ferri y Sandra Ozzola, en el que anuncia que el gigante del comercio digital no venderá sus libros. Elena Ferrante es sinónimo de éxito. Su secretismo, la firma bajo pseudónimo y el título de cualquiera de sus novelas llama la atención del ávido lector, y eso tanto la editorial que publica sus novelas, como el portal de comercio electrónico lo saben. Sin embargo, a pesar de que la versión italiana de Amazon todavía tiene disponible algunas copias de sus títulos, no volverá a distribuirlos.

No es la primera vez que el colectivo editorial denuncia el trato del coloso americano. Tras la maniobra de un grupo de más de 900 escritores, que en el 2014 compró una página entera de «The New York Times» para publicar una carta en contra de Amazon y el rechazo de títulos como los de J. K. Rowling, se abre de nuevo la guerra entre el gigante de las compras por internet y el sector editorial, en este caso el italiano.

Condiciones inaceptables

La editorial E/O, una de las más poderosas en Italia, denuncia a través de un comunicado haber sido objeto de «condiciones económicas inaceptables» por parte de la agencia de Inland Revenue. En él, explica que Amazon exigió un aumento del porcentaje de cobertura, es decir, la proporción que debe quedarse la empresa americana por la venta de los ejemplares en su soporte. La editorial no habla en ningún momento de cifras, pero según publica el periódico italiano «Corriere della Sera» se trataría de una cantidad en torno al 50%.

El problema va mucho más allá del acuerdo firmado por la editorial y la empresa , ya que no se trataría de un caso aislado, sino que estaría en línea con la participación de otras editoriales pequeñas y medianas. Por su parte, el gigante del «ecommerce» ha hecho pública una nota donde dice respetar la elección de la editorial italiana, pero no aclara ningún tipo de detalles ni porcentuales ni contractuales. Este dato ha alarmado al sector editorial italiano que se ha apresurado a explicar que sus porcentajes nunca alcanzan la cifra que, al parecer, solicita Amazon. Según han publicado varios medios transalpinos, la cantidad que el editor paga al minorista ronda entre el 30 y el 35 por ciento en el caso de librerías independientes y del 40-45 por ciento si se trata de grandes cadenas.

Parece que Amazon no termina el año con buen pie en el país con forma de bota. A principios de diciembre, los trabajadores de la planta que el gigante tiene en Castel San Giovanni (Piacenza) secundaron una huelga para exigir mejores condiciones laborales. Pero esto no es todo, no hace ni una semana desde que saliera a la luz la millonaria cifra que la empresa líder en ventas por internet debía pagar al fisco italiano por presunta evasión fiscal. Ahora, durante las fiestas, a escasas horas de que llegue la Navidad cuando las compras por internet evitan el frenético ritmo de las tiendas físicas, Amazon se queda sin los «best seller» de la autora.

Ley antimonopolio en EE UU

El sector editorial italiano ha aprovechado la coyuntura para denunciar el funcionamiento de este tipo de macroempresas en Europa aludiendo que en EE. UU. cuentan con una ley antimonopolio para evitar el abuso ante el exceso de poder. Además señalan que este tipo de cuestiones deberían abordarse a nivel europeo y bajo un marco legislativo unitario.