Gastronomía

Una semana de pasión... por el dulce

Detalle de varias torrijas de leche a la venta en "La Santiaguesa"en Madrid
Detalle de varias torrijas de leche a la venta en "La Santiaguesa"en Madridlarazon

Torrijas, buñuelos, leche frita o pestiños se convierten en los protagonistas gastronómicos de la Semana Santa y transforman las vitrinas de pastelerías y cartas de restaurantes para evitar a los adictos a estos postres la penitencia de pasar horas en la cocina para degustar su pasión por el dulce.Una cazuela con leche a fuego lento, azúcar, maicena, canela, tiempo y más tiempo forman parte de la receta para elaborar uno de los dulces típicos de la Semana Santa, la leche frita. Eso, o encargarla a un obrador de confianza.

Esta semana de Pasión conlleva en miles de hogares la penitencia cocinera, esa que enciende los fogones horas y horas para preparar las tentaciones típicas de la época como los buñuelos, las torrijas o los roscos fritos que pueden convertirse en un pestiño para ese cocinillas con mano al que todo le sale de dulce.

Para facilitar el pecado de entregarse a los postres más cofrades, las pastelerías y restaurantes cambian el paso y ofrecen en sus cartas y vitrinas estos manjares para contentar a cualquier estómago.

"Empezamos a vender los productos de Semana Santa desde un par de semanas antes y los mantenemos una después porque los clientes lo demandan", han explicado a Efe desde Casa Ysla, un obrador granadino con más de un siglo de historia que en estas fechas añade a sus afamados piononos el repertorio de torrijas, rosquillas, pestiños y buñuelos.

A la tradición, "que todo se hace con la misma receta desde hace cien años", suman un punto de innovación o capricho para ofrecer buñuelos rellenos de crema o chocolate, pero también de nata o naranja, que para gustos...

Tanto el obrador como la pastelería de Casa Pasteles, un referente granadino fundado en 1927 en el barrio del Albaicín, se convierte estos días en un desfile procesional de los 'hermanos' del buen postre pacientes para llevarse a casa una de sus bandejas semanasanteras.

Jorge Fernández, "con unos minutos que está esto a rebosar", repasa la lista de tentaciones centenarias de esta casa pastelera: "Tenemos buñuelos, leche frita, torrijas solas o con crema, roscos fritos, empanadillas fritas rellenas de crema o cabello de ángel, pestiños emborrizados o rellenos...".

Las cartas de los obradores se adaptan por temporadas y combinan los dulces tradicionales con mantecados, tortas de pascua o helados para responder a los antojos de la clientela.

Juan Márquez y Marisa Marín han hecho su cola en Casa Pasteles para comprar dos combinados de dulces "uno para comerlo y otro para llevar a casa".

Este matrimonio valenciano ha sumado a su visita a la Alhambra y el paseo por las calles granadinas una parada en Plaza Larga para deshacerse de antojos y cumplir con su pasión por el dulce.

"El guía nos dijo que los pestiños de esta pastelería son únicos y aunque estaba lleno, esperar en este barrio es una delicia y marcharnos sin parar sería un pecado", ha recalcado esta valenciana.

A los platos de bacalao que protegen la vigilia de estos días se suman en las cartas postres para facilitar la tentación más dulce y contentar el estómago de los valientes dispuestos a abandonar por unos días la cruz de la dieta.

La carta, tradicional, es amplia para que cada uno elija. Que en el pecado, también el dulce, va la penitencia.