Goyas para una minoría

Las cinco películas favoritas de la gala de esta noche han recaudado 15 millones menos en taquilla que el quinteto de 2015 en una edición en que los éxitos de público están ausentes.

Esta noche los focos vuelven a plantarse sobre el cine español, una industria tradicionalmente instalada en la controversia, disociada entre el debate sobre la calidad y el sello propio y la necesidad eterna de justificar su existencia en pantalla de cara a un público no siempre fiel. Nunca llueve a gusto de todos en el cine español. Y menos aún en los Goya. Pero un vistazo rápido a la lista de películas favoritas (y, por ende, a las grandes ausencias) demuestra a las claras que la brecha entre crítica y taquilla se ha agrandado en 2015 frente al «año mágico» (en todos los sentidos) que vivió la industria patria en el anterior ejercicio. Estos Goya 2016 serán, comparativamente, minoritarios.

Aunque el cómputo global de 2015 ha sido esperanzador –la cuota española de pantalla mantiene el tipo, con un 19% frente al 25,5 de 2014 y el 19,5 de 2012– ese momento boyante de la taquilla no se refleja en la gala de los Goya, de la que están ausentes las cintas más taquilleras. De hecho, las cinco candidatas a Mejor Película («Truman», «La novia», «Nadie quiere la noche», «Un día perfecto» y «A cambio de nada») representan exclusivamente el 1% de las entradas vendidas en 2015, según reflejan datos de la patronal FAPAE. O lo que es lo mismo, sólo 1,1 millones de espectadores frente a los 94 del global de España. Más aún: ninguna de las cinco cintas seleccionadas para el «premio gordo» ha recuperado en taquilla su propio presupuesto. Queda por ver si un eventual Goya puede relanzarlas en los cines o cómo se desarrollan las copias fuera de España y las ventas en otras plataformas, como el DVD.

Así, «La novia», que lidera la lucha por los Goya esta noche con 12 nominaciones, tuvo un presupuesto de 1,5 millones y ha recaudado hasta el momento (es la última en estrenarse) 720.000 euros (según cifras de la agencia Rentrak). Le sigue «Truman» con 10 nominaciones: costó 3,8 millones y ha cosechado por ahora 2,9. «Un día perfecto», con 8 millones de presupuesto, se hizo con más de 2 en taquilla, mientras que «A cambio de nada» ha recuperado unos 600.000 de sus 2 millones de producción. El caso más notable en este sentido es el de «Nadie quiere la noche»: costó 6,3 millones de euros y ha recaudado poco más de 400.000 euros.

Esta remesa de favoritos no resiste la comparación con los de la edición anterior. Ahí, tres cintas lograron aunar una crítica favorable con una taquilla envidiable: «La isla mínima», gran vencedora, llevaba recaudados 5,2 millones de euros en el momento de alzarse con los 10 Goya en la gala de febrero de 2015. La superproducción «El niño» acumulaba 15 millones y una más modesta como «Relatos salvajes», más de 3 millones. Junto a ellos, dos más autoriales como «Magical Girl», con 144.000 euros, y «Loreak» cerraban el quinteto de favoritos.

Lejanía con el público

Probablemente, la de 2015 fue una de las galas en las que las preferencias del público y la de los académicos se acercaron más. Ésta de 2016 vuelve a alejarlos hasta niveles que recuerdan a otros casos de ediciones con cintas multipremiadas que fracasaron en taquilla, como la excelente «Blancanieves», «Días contados» o «Camino». En concreto, de la gala de 2015 a la de hoy (contando exclusivamente con el quinteto de favoritos), los Goya se han dejado 15 millones de recaudación por el camino.

Frente a la escasa recaudación de los elegidos por los académicos, las grandes cintas taquilleras del año se han quedado fuera de juego en los Goya. Sin contar con «Palmeras en la nieve», producción estrenada al filo de 2016 que aún sigue acumulando espectadores en lo alto de la tabla y que cuenta con cinco nominaciones en apartados técnicos, las cinco españolas más vistas de 2015 sólo optan a un Goya, el de «Atrapa la bandera» como Mejor película de Animación. Encabeza la tabla de recaudación «Ocho apellidos catalanes», que cerró el año con casi 5 millones de espectadores y 31 de recaudación. Le siguen la mencionada «Atrapa la bandera» (1,9 millones de espectadores y 11 de beneficios), «Perdiendo el Norte» (1,6 millones de tickets y 10 de recaudación), «Regression» (1,4 y 9) y «Ahora o nunca» (1,4 y 8,4). En total, atrajeron a 11,5 millones de usuarios al cine frente al ya mencionado 1,1 de las cintas más nominadas y que encabezan las candidaturas a Mejor Película.

De frikis a listos

En la mañana de ayer tuvo lugar en la Academia de Cine un debate sobre la figura de los guionistas. Los participantes fueron los nominados a mejor guión original, Daniel Guzmán por «A cambio de nada» y Alberto Marini por «El desconocido»; y a mejor guión adaptado, David Ilundain por «B, la película», Fernando León de Aranoa por «Un día perfecto», Agustí Villaronga por «El rey de La Habana» y Javier García Arredondo y Paula Ortiz (en la imagen) por «La novia». Guzmán afirmó que «el guión es la historia y sin él no hay películas. Es la base fundamental de la industria, pero a los guionistas no se les valora por desconocimiento». Por su parte, Ortiz, profesora de elaboración de guiones, aseguró que «los narradores articulan la sociedad» y, añadió que «la gente consume diariamente guiones en formato audiovisual queramos o no», en los anuncios, en la radios, los telediarios... Ilundain ve un «futuro bueno» para los guionistas, pues «de ser los frikis de la industria están pasando a ser los listos». León de Aranoa, que comenzó en el cine como guionista, declara que la escritura «es la parte más divertida de todo el proceso, la que me apasiona», y recuerda que él «juraba que jamás dirigiría», y ya ha estado al frente de siete películas, a pesar de admitir que «soy de pasarlo mal en el rodaje».

Alberto Marini, nominado al mejor guión original, aseguró que en su categoría los favoritos son los creadores de «Truman», Cesc Gay y Tomás Aragay. En cualquier caso, el ganador recibirá el premio de la mano de un Nobel, Mario Vargas Llosa. Para Agustí Villaronga, su presencia es «buena sobre todo por la Academia», ya que el objetivo de la gala no es otro que «visibilizar», comentó Ilundain. Marini reconoció que supo que se dedicaría al cina con 10 años: «Vi una película de terror y pensé que ya no quería ser veterinario, sino director». Y acabó elaborando guiones como el de «El desconocido», una cinta con la que esperaban «buena acogida del público y los mazazos de los críticos».