Festival de San Sebastián

La grandiosa sencillez y el soberbio aburrimiento

La sencillez viene representada por la película argentina a concurso, “El invierno”, de Emiliano Torres

El director Oliver Stone (d) y los actores Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley, durante la presentación hoy de la película "Snowden", que se proyecta fuera de concurso en la 64 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián
El director Oliver Stone (d) y los actores Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley, durante la presentación hoy de la película "Snowden", que se proyecta fuera de concurso en la 64 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastiánlarazon

La sencillez viene representada por la película argentina a concurso, “El invierno”, de Emiliano Torres. El aburrimiento, fuera de concurso, de la mano de Oliver Stone, “Snowden”.

La sencillez viene representada por la película argentina a concurso, “El invierno”, de Emiliano Torres. El aburrimiento, fuera de concurso, de la mano de Oliver Stone, “Snowden”. Además, “La reconquista”, película a competición de Jonás Trueba, un film muy hablado que incluso explica lo que acabamos de ver, con un montón de canciones y algún que otro baile. Y una historia de amor actual que comienza dos veces, retrocede a la época de instituto cuando los protagonistas contaban quince años. Nada nos interesa en esta inútil película.

Tampoco Oliver Stone nos ayuda a salir del aburrimiento. Narra la historia real de Edward Snowden, quien desveló el programa mundial de vigilancia de la NSA. Con esto abrió los ojos del mundo sobre ese control, pero tuvo que renunciar a su carrera y verse perseguido. Stone se mete en un lío yendo de adelante hacia atrás. No podrá decir, como hizo con JFK, que todo era mentira, dado que al final incorpora imágenes del auténtico Snowden, interpretado en el film por Joseph Gordon-Levitt. Tan liosa como aburrida.

La grandeza de la sencillez está presente, como decíamos, en el film “El invierno”. La inmensidad del paisaje argentino, las ovejas, los caballos, la esquila por la lana... Un encargado al que cesan por la edad y uno nuevo que empieza como simple trabajador, domando a un precioso equino. La conclusión temática “nada es fijo en el trabajo” y el hecho de que no nos importe si se trata o no de actores profesionales, todos ellos magníficos, nos llegan a través de esa gloriosa sencillez. Hermosa película que hace que volvamos a amar el cine cuando es capaz de emocionar, participando en la historia contada.