Literatura

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Crisis pegada a la piel

Crisis pegada a la piel
Crisis pegada a la piellarazon

En las épocas conflictivas la literatura muestra su razón de ser como espejo y denuncia de la realidad. Estos años difíciles han propiciado una serie de novelas que, encabezadas por el maestro Chirbes, seguramente acabarán convirtiéndose en un subgénero literario cuyo «leitmotiv» será la crisis económica. Entre ellas destacará la de Julio Fajardo Herrero (Tenerife, 1979) por su calidad literaria y la autenticidad de sus personajes. El autor construye su novela sobre treinta y tres capítulos perfectamente armados que van desarrollando tres tramas diferentes: una pareja que sufre el desempleo y la precariedad teniendo que sacar adelante a una hija pequeña, un joven informático fascinado con su moderno jefe y otro joven en paro que se va a vivir con una tía septuagenaria.

Todos resultan seres cercanos, gente común y corriente cuyos comportamientos, manera de expresarse y reacciones son muy familiares. La crispación, el desengaño y el fraude son el caldo de cultivo tanto en la historia de la pareja a la que nadie ayuda y cuya relación se va deteriorando, como en la del joven que va comprendiendo la auténtica naturaleza de su admirado jefe, o en la del otro joven y su tía anciana que ha sido estafada.

Es evidente el gran trabajo de Fajardo para construir tres historias que transcurren paralelas, sin cruzarse nunca, y creciendo cada una hacia su propio desenlace. Uno de los aciertos es el uso de diferentes voces narrativas y puntos de vista. Todo en beneficio de una mayor claridad en las situaciones y en la autenticidad de los personajes. Una novela dura que, sin embargo, parece transcurrir de forma serena. Solo a veces nos damos cuenta de que estamos atravesando un terreno minado con artefactos llamados explotación laboral, paro, preferentes o hipotecas. Al acabar nos sorprende la capacidad del autor para pintar un fresco de forma tan objetiva y ser a la vez tan empático con sus personajes. Una excelente novela.