Literatura

Egipto

El eunuco que resucitó a Egipto

El eunuco que resucitó a Egipto
El eunuco que resucitó a Egiptolarazon

Justo hace tres años, Wilbur Smith firmó con HarperCollins un contrato por 15 millones de dólares que le exige escribir seis novelas de una nueva saga protagonizada por el hechicero egipcio y eunuco Taita, protagonista secundario de la serie formada por «Río sagrado», «El séptimo papiro», «El Hechicero» y «El soberano del Nilo», y ahora protagonista absoluto de «El dios del desierto». Lo curioso del contrato firmado por Smith es que, temiendo que a sus 81 años no pueda culminarlas, ha subcontratado a dos escritores para que le ayuden en su tarea de dar vida al universo egipcio que puso en marcha con «Río sagrado», la más vendida de sus novelas históricas, cuyo rigor y amenidad lo coloca al nivel de otro de los grandes, Christian Jacq. La diferencia entre Jacq y Smith es que el autor francés se decanta por el relato costumbrista con ribetes filosófico-religiosos y el africano prefiere la aventura y el relato mágico, sin renunciar a dar su visión de un Egipto épico pero próximo a su realidad histórica.

En «El Hechicero» se narran los amores platónicos del eunuco Taita y la reina Lostris. Tras su muerte y embalsamamiento, Taita se retira al desierto y se convierte en un poderoso hechicero, con grandes saberes de magia y ocultismo y conocimientos enciclopédicos tan vastos que en «El dios del desierto» lo convierten en asesor del faraón Tamose y artífice del resurgimientos de Egipto tras la derrota de los bárbaros hicsos y la recuperación de parte de su territorio. La novela está narrada en primera persona, como corresponde a un personaje tan poderoso y altivo como Taita, en quien el mismo Wilbur Smith se reconoce. Su altanería es parte esencial de una narración que va surgiendo del relato del hechicero y diplomático Taita, una historia en la que el eunuco alterna el relato directo de la aventura con sus pensamientos y reflexiones: una especie de monólogo que mediatiza la acción al narrarse desde un único punto de vista, y que dota a la novela de una singular subjetividad narrativa.

Reconstrucción documentada

La concepción del mundo antiguo egipcio, la ideología que destila el narrador y su visión particular de cuanto acontece son los mayores logros de Wilbur Smith, tal es su capacidad para situar al lector en ese universo antiguo en el que el mundo se divide entre el civilizado Egipto y la barbarie que representan los invasores hicsos y la decadente corte minoica de Cnosos en Creta, en cuya minuciosa y vívida descripción se evidencia la maestría del autor en la reconstrucción novedosa y muy documentada de civilizaciones antiguas.

Smith es un refinado narrador, no sólo famoso por haber vendido 120 millones de novelas de aventuras desde que editó «Cuando comen los leones» (1964), sino por su capacidad para fascinar al lector con sus soberbias descripciones de un mundo que parece revivir con la magia del narrador de romances históricos de acción, sin escatimar descripciones de una violencia gore y amores con un fuerte contenido sexual. El eunuco Taita es uno de sus grandes logros literarios.