Crítica de libros

Jugando al fútbol con kafka y cortázar

Jugando al fútbol con kafka y cortázar
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Uno de los más celebrados pasajes de «El Quijote» es, en su segunda parte, aquel donde nuestro ingenioso hidalgo y su fiel escudero llegan a una venta y encuentran a uno de los huéspedes leyendo en voz alta a otros compañeros las aventuras que tan singular pareja ha vivido en la primera parte de la inmortal novela de Cervantes. Literatura dentro de la literatura, un claro ejemplo de metaficción narrativa, todo un juego entre la verosimilitud y la fabulación que fuerza y supera los límites del realismo convencional.

Bajo este original criterio, Toni Montesinos ha seleccionado en «Un realismo transversal. Doce cuentos metaliterarios» y un representativo conjunto de relatos marcados por la heterodoxia imaginativa y la libre creatividad argumental.

Destacan «Acero inoxidable», de Lázaro Covadlo, un cuento de celos y suspicacias entre el rigor científico de un historiador y la inventiva de una escritora de novela histórica; «Una investigación literaria», de José María Conget, donde se compara el estilo de dos antagónicos escritores; y el relato de Juan Villoro, «Yo soy Fontanarrosa», sobre las incidencias en torno a un equipo de fútbol integrado por escritores de la talla de Kafka, Cortázar y Chéjov, entre otros; «Metaliteratura», de Juan Bonilla, con un protagonista empeñado en hacer reales conocidas ficciones literarias; «El I Ching y el hombre de los papeles», de Guillermo Martínez, en el que el conocido libro oriental que predice el futuro perturba a diversos individuos; o «El sueño de Macbeth», de Bruno Mesa, donde un intérprete del personaje shakespeariano se ve transmutado en su propia creación actoral. Historias intrigantes, divertidas, enigmáticas, especulativas y hasta filosóficas integran esta interesantísima antología de la metaficción narrativa.