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Secretos de mujer

Secretos de mujer
Secretos de mujerlarazon

Que la literatura romántica está viviendo un momento de esplendor es un hecho que refrendan las estanterías repletas de novedades. Allí se unen las herederas de la literatura romántica más ardorosa con las sombras de Grey y esa otra más humorística y distanciada que en 1995 Cris Mazza y Jeffrey DeShell etiquetó como «Chick-Lit: Ficción Postfeminista». Literatura escrita por mujeres de la segunda ola del feminismo en la que se presentan los personajes femeninos reivindicando su propia valía en pie de igualdad laboral con los hombres sin renunciar a su despliegue emocional. El libro que llevó el subgénero a las listas de best sellers fue «El diario de Bridget Jones», de Helen Fielding. Precedido en España por «Cómo ser una mujer y no morir en el intento» (1990), de Carmen Rico Godoy, versión posmoderna del ama de casa agobiada, aunque ésta habría que incluirla en la literatura humorística de mujeres emancipadas «avant la lettre», heredera de clase media de «Los caballeros las prefieren rubias» (1925), de Anita Loos, y burguesas excéntricas como «Tía y mamá» (1955), de Patrick Dennis.

Desde entonces, el subgénero ha dado muchas vueltas, pero el núcleo sigue imperturbable: narración en primera persona de una mujer de treinta y tantos, madre, laboralmente emancipada y en plena crisis existencial, que se debate entre el amor romántico fracasado y el amor maduro, del hombre consciente, padre devoto y responsable que ocupa el lugar de ese príncipe azul, egoísta, cocainómano y acosador moral y físico.

Con desparpajo

El tono puede ser humorístico, autoparódico o el de una mujer con desparpajo, consciente de que el mundo le debe algo que ella está dispuesta a cobrar con largueza. Digamos que la «chick lit» pasa del ideal romántico al amor responsable sin perder en el intento los ingredientes de la sentimentalidad que requiere el genero desde «Sentido y sensibilidad», con la familia como centro rector de la vida de la protagonista.

Aquí engrana «Mar de azahar», de María Jesús Puchalt, en las relaciones familiares, sus secretos y desencuentros, que marcan la vida de la protagonista en su deriva del amor-pasión al equilibrio emocional: el costoso precio del aprendizaje de toda vida. Esa busca irá marcando, en un ir y venir de la memoria del pasado al presente, las vicisitudes de la protagonista en su viaje del amor romántico al responsable.

María Jesús Puchalt deja bien claro aquí su voluntad de describir en forma de mosaico los retazos de la vida cotidiana; las interioridades ocultas de toda familia de clase media, con su temores burgueses, anhelos femeninos y secretos más íntimos, sin miedo a desvelar aquello que toda familia oculta. Sacarlo a la luz, mientras la protagonista madura, forma parte de la novela de iniciación que suele ser la primera a la que el escritor se enfrenta con el relato de una vida que se reconoce fabulada, pero salpimentada con el sabor de lo familiarmente vivido.

El trabajo de Puchalt es digno del intento vital que rezuma todo el relato. Su prosa, sencilla y elocuente, busca el camino más directo al relato íntimo, sin renunciar a presentarlo con el desparpajo de un humor amable y una vitalidad contagiosa. En el fondo, el libro es la eterna aventura del amor femenino, la que transcurre entre el romance clásico y la «chick lit».