Cómic

Velvet, la espía que nos enamoró

Ed Brubaker da una vuelta de tuerca al cómic de espías con una heroína alejada de las rubias explosivas de 007. De mediana edad, Velvet Templeton se ve inmersa en una oscura trama propia de John Le Carré.

La agente Velvet Templeton, en una viñeta del cómic de Brubaker
La agente Velvet Templeton, en una viñeta del cómic de Brubakerlarazon

Ed Brubaker es un guionista de cómics que en los últimos años se ha ganado una sólida y merecida reputación. Su excelente trabajo en DC Comics para «Batman» y «Detective Comics», las principales series del hombre murciélago, facilita que la dirección de la editorial le ofrezca dos nuevas colecciones: «Catwoman» y «Gotham Central». Con la primera consigue rescatar un personaje perdido y sin rumbo y lo traslada a un ambiente alejado de los superhéroes, sumergiéndolo de lleno en el género de detectivesco y policiaco, que es lo que realmente le atrae cuando escribe cómics. Un caso similar fue el de la premiada «Gotham Central», una serie centrada en el Departamento de Policía de la ciudad de Gotham y la dificultad que supone vivir y trabajar en la ciudad de Batman. Aquí despliega todas sus habilidades para evitar caer en lo fácil y transformar lo que podría ser una serie más de las ambientadas en el universo del hombre murciélago en un excelente cómic policíaco que lo hace merecedor de un premio Eisner y Harvey, dos de los galardones más reconocidos del sector.

- Los años de la Marvel

Su trabajo en DC llama la atención de Marvel Comics que le ofrece trabajar en series tan dispares como «Daredevil», «Uncanny X-Men», «El Inmortal Puño de Hierro» o, especialmente, «Capitán América». Precisamente suya es la responsabilidad, acompañado por el dibujante Steve Epting, de resucitar a Bucky y transformarlo en el Soldado de Invierno y la de «matar» a Steve Rogers, en una historia que dio la vuelta al mundo. El trabajo al frente de la serie del héroe de las barras y estrellas es el espaldarazo definitivo que necesitaba Brubaker, para ser reconocido como un guionista de prestigio y en una apuesta segura sea cual sea el reto al que se enfrente.

Brubaker abandona los superhéroes debido al cansancio. Y es que como él mismo dice «Escribí unos 500 cómics de superhéroes, y creo que llegué a mi límite cuándo alcancé los 400». Así que en 2012 deja finalizado su último guión para el género y se dedica a crear obras para los que mantiene los derechos de autor y el control total de su trabajo. Con Image Comics firma un contrato de exclusividad por cinco años para quien escribe regularmente «The Fade Out» y «Velvet».

Precisamente es «Velvet» el último de sus trabajos que llega a nuestro país. Acompañado nuevamente a los lápices por Steve Epting y editada en tomos recopilatorios por Panini Cómics (por ahora han publicado dos volúmenes), «Velvet» no tiene nada que ver con el género pijamero. Ambientada en 1973, su protagonista es Velvet Templeton, la eficiente secretaria de la agencia secreta británica ARC-7 (sin relación alguna con James Bond y Miss Moneypenny, por muchos evidentes paralelismos que le encontremos). A diferencia de la obra de Ian Fleming (el padre de Bond), aquí el protagonista no es un apuesto gentleman, ni tan siquiera una joven de curvas sinuosas y pechos turgentes. Velvet es una secretaria de mediana edad, alejada de la época en la que su vida todo era acción y aventuras. La historia comienza cuando asesinan en París a Jefferson Keller, un hábil agente secreto y pieza indispensable del ARC-7.

- No es James Bond

Cuando todas las sospechas recaen en un antiguo agente ya retirado, Velvet comienza a descubrir que detrás hay mucho más de lo que se ve a simple vista. A partir de ese momento, la vida de Velvet empieza a complicarse, llegando incluso a ser acusada de traición. Es el momento de conocer su pasado como agente de campo y que es lo que le llevó a abandonar su apasionante vida, para sustituirla por la de una aburrida secretaria tras una polvorienta mesa de oficina.

Impregnado de un aura de realismo y un tono oscuro, Velvet Templeton viaja a través del mundo, muchas veces a través de flashbacks, de París a Londres, de Viena a Belgrado, o de Mónaco a Suiza, pasando por un interludio en Las Bahamas. De 1946 a 1973, con el trasfondo de la Guerra Fría, seremos testigos de una atrayente historia de espionaje, a la vez que descubriremos el atractivo pasado de Velvet. La nueva serie de Brubaker y Epting poco tiene en común con la Viuda Negra de Los Vengadores o las exóticas aventuras de James Bond. El cómic se enmarca dentro del género de espionaje que tan buen resultado ha tenido con novelistas de la talla de John Le Carré, Graham Greene o Robert Ludlum. Una muestra más de la validez de los cómics como medio de expresión y la demostración de que no todos son iguales.

«Velvet» es uno de los cómics más atractivos de la actualidad, realizado con mucho oficio por dos de los autores más interesantes del momento. Porque si la maestría como escritor de Ed Brubaker está fuera de duda, también habría que destacar el trabajo del dibujante Steve Epting. Epting realiza uno de los mejores trabajos de su carrera, elaborando un diseño de página dinámico, casi cinematográfico, que encaja como un guante para el desarrollo de la acción narrada por Brubaker. Un cómic más que recomendable, un soplo de aire fresco entre tantos remakes, actualizaciones de viejas historias y cómics de relleno. Y es que «Velvet» no es una vieja historia de espías. Es una historia ambientada en una época pasada pero narrada para un público actual. Brubaker desarrolla unos guiones de suspense con ambiente «noir», en los que cada capítulo finaliza con un impactante «cliffhanger» que empuja al lector a querer conocer como continúa la historia.

- Muy lejos de jubilarse

Género negro y espías. Dos temas que conoce a la perfección Ed Brubaker y con los que se siente como pez en el agua. Gracias a su etapa en Capitán América pudimos descubrir que también dentro del género de espías Ed Brubaker es también un maestro. Y aviso, si bien Panini ha publicado dos entregas y está preparando nuevos volúmenes, en Estados Unidos se sigue publicando regularmente, sin que la obra o el autor dé visos de cansancio. Los lectores estamos de enhorabuena ya que podremos acompañar a la agente Velvet Templeton por bastante tiempo.

La de esta peculiar espía es sólo la última cronológicamente de las historias que han surgido y surgirán de la cabeza de Brubaker, quien, a diferencia de otros artistas que tiene unos inicios de lo que se siente ligeramente avergonzado, comenzó desde bien pronto desarrollando un estilo propio y despuntando de manera clara dentro del mundo del cómic. Sus primeras obras ya destilaban un talento que iría afinando con los años. Así, su primer trabajo profesional, en el que también se encargó del dibujo, fue «Lowlife», una serie de relatos con tintes autobiográficos, editados erráticamente entre 1990 y 1996, en los que relataba su atormentada juventud y sus andanzas al borde de la ley. Aquella serie no pasó desapercibida.

«La escena del crimen»: inicio de altura

En la modélica trayectoria de Ed Brubaker sería «La escena del crimen» su primer gran trabajo, una miniserie de cuatro episodios publicados en 1999 dentro del sello Vertigo de DC Comics. Aquí ya muestra los tics característicos del autor y su pasión por el género negro. El protagonista de la historia es el investigador privado Jack Herriman, un individuo que ha visto demasiadas cosas y que un caso de personas desaparecidas le conduce a una peligrosa secta de carácter sexual. A los lápices le acompaña un Michael Lark que también se encuentra al principio de su carrera. Un dibujante que le acompañará más adelante en títulos como «Gotham Central» y «Capitán América». Planeta Cómic acaba de recuperar «La escena del crimen» (en la imagen, una página) en una edición de lujo repleta de material extra, incluyendo bocetos y fragmentos del guion original.

Ed Brubaker, el maestro del género negro

Ed Brubaker ha sabido darle una nueva vida al género negro en los cómics. Después de una gran etapa en DC Comics, traslada su trabajo a Marvel Comics, afianzando su reputación como revitalizador tanto del género policiaco, como del negro y su mestizaje con los superhéroes tradicionales. Fuera de los superhéroes, ha creado títulos tan interesantes como «Criminal», un ejemplo del mejor cómic policiaco; «Fatale», una serie en la que Brubaker y el dibujante Sean Phillips presentan una atractiva historia que mezcla el género noir con el terror de H.P. Lovecraft; «Incognito», en donde revitaliza el género «pulp» en una historia protagonizada por un villano dentro del programa de protección de testigos (todos ellos editados en nuestro país por Panini); «La escena del crimen», uno de sus primeros trabajos y en el que ya mostraba su predilección por el género policiaco (Planeta Cómics) o «Sleeper», un gran trabajo que mezcla el espionaje, con el género negro (ECC Ediciones).

«Velvet. Antes del gran final»

Ed Brubaker/Steve Epting

Panini Cómics

128 páginas, 15 euros