Sección patrocinada por sección patrocinada

Arte, Cultura y Espectáculos

Listo un nuevo servicio “antipiratería”

La entidad defensora de los intereses legítimos de autores y editores “CEDRO” anuncia el lanzamiento de una plataforma que pretende salvaguardar el valor la cultura

Por cada libro vendido en España se compran tres copias piratas / Foto: La Razón
Por cada libro vendido en España se compran tres copias piratas / Foto: La Razónlarazon

La entidad defensora de los intereses legítimos de autores y editores “CEDRO” anuncia el lanzamiento de una plataforma que pretende salvaguardar el valor de la cultura

Con motivo de la presentación del galardón que se entregará de forma oficial el 26 de abril (coincidiendo con el “Día de la propiedad intelectual”) en la Sede del Instituto Cervantes, la entidad sin ánimo de lucro CEDRO, que lleva desde el 88 abogando y gestionando de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual de autores y editores de libros, revistas, periódicos y partituras, ha anunciado esta mañana el lanzamiento de un nuevo servicio “antipiratería” digital gratuito para sus socios capaz de detectar de forma automática páginas web que ofrecen acceso a copias ilícitas de libros, revistas, periódicos o partituras y que estará disponible al término de Semana Santa. En definitiva, de aquellos soportes susceptibles de plagio, robo y vulneración intelectual. El proyecto piloto de esta plataforma ha conseguido alcanzar ya la retirada de 100.000 webs (entre páginas de enlace y páginas almacén) y cerrar 23 grupos de facebook en los que se había detectado algún tipo de delito cibernético en línea con el objetivo de “proteger todas las novedades editoriales, las 24 horas de los 365 días al año”, tal y como ha recalcado la presidenta de la asociación Carme Riera. Dentro del balance generalizado de la actual situación de los derechos de propiedad intelectual del sector editorial, se han señalado los últimos datos publicados sobre la piratería de entre los cuales destaca el hecho de que por cada libro vendido se compran tres copias piratas.

Por cuestiones de inmediatez, uno de los primeros retos que desde CEDRO pretenden afrontar es el de la posibilidad de compatibilizar el cobro de derechos de autor con el cobro de la pensión, porque aunque parezca un asunto solventado después de que el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometiera a aprobar dicha propuesta enmarcada dentro de la implantación de la reciente reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, resulta necesario seguir trabajando en ello para poder materializar el texto y convertirlo en una realidad.

“Venimos trabajando desde hace mucho tiempo en la idea de este servicio. El perfil de la persona que está detrás de la página “pirata” también va cambiando y ahora el contenido al que se puede acceder está mucho más abierto. Antes por ejemplo la intención del “hacker” era coger datos personales y utilizarlos para elaborar campañas de márketing y ahora intenta sembrar criptomonedas aprovechando la capacidad del propio equipo para no pagar luz. Abarcar todo esto es complejo pero gracias a la ayuda de un “partner” vamos a intentar cubrir entre 8.000 y 9.000 títulos al mes”, indica el director general Jorge Corrales, al tiempo que añade: “Con el proceso que hemos diseñado, al final de un mes tendremos una foto de toda la “piratería” del libro por ejemplo y analizaremos el perfil y el origen de aquellos que no lo retiran, para encargarnos nosotros de hacerlo”.

En sintonía con las reivindicaciones directas a las instituciones que se han sucedido a lo largo de la presentación, Riera ha solicitado a los representantes del Congreso y el Senado que “actúen con responsabilidad” y que la incorporación de la directiva de derechos de autor en el ámbito digital que se aprobó hace unas semanas sea capaz de ofrecer “seguridad jurídica a los que trabajamos para crear el patrimonio intelectual común”.

Parece que la figura del creador no consigue en pleno siglo XXI terminar de zafarse del estigma judicial que lleva demasiado tiempo persiguiéndole y que tiene que ver con ese desamparo legislativo al que se enfrenta cada vez que le toca poner en valor sus derechos. La intención de defender este y otros negociados, fue el motivo por el que surgió precisamente esta asociación y como ejemplo representativo de dicho cometido, otorga ahora el “Premio CEDRO 2019” exento de dotación económica, que recae por primera vez en la figura de una periodista, Pepa Fernández.

La directora del programa de Radio Nacional “No es un día cualquiera”, bendita culpable de la divulgación radiofónica lingüística, científica y humanística, defensora y amante de la palabra y madre metafórica de los “escuchantes”, se mostraba notablemente agradecida por el reconocimiento: “Este premio me encanta por lo que significa. Por un lado es un reconocimiento a la defensa de la cultura y, por otro, a la de unos derechos de autor con los que no estoy directamente implicada. Yo no soy autora. Soy la primera “no creadora” que recibe este premio y por eso lo valoro más. Defiendo los derechos de autor por convicción y por egoísmo también. Algo creo, evidentemente, porque soy periodista. Pero es algo alejado de lo que se entiende por una auténtica obra de arte o una auténtica obra literaria”.

Asegura también que su compromiso con la cultura es un germen que empezó en 1999: “En ese momento buscaba un programa que no tuviera política, que no tuviera crónica rosa y que no tuviera fútbol. No por nada, sino porque yo pensaba que esos ámbitos estaban más que cubiertos durante la semana. Entonces construimos ese programa vacío de política, vacío de crónica social y de fútbol. Y acabó convirtiéndose en uno de palabras. Palabras nuevas, palabras antiguas, palabras moribundas, palabras anagramadas, palabras encadenadas. Pero también de palabras en latín, como reivindicación explícita de los lugares de los que venimos”, afirma. Su gratitud ponía fin a una presentación que sirve para establecer una llamada explícita a los beneficios que comporta el hecho de que la cultura sea de todos y a la necesidad, la reivindicación y la exigencia de que aquellos que la crean se vean beneficiados y sean reconocidos como merecen, porque la dignidad de la creación debe sustentarse en algo más que palabras.