Tecnologías de la Información

Los desafíos del nuevo mercado digital

El copyright europeo, afrontar el mercado iberoamericano y la batalla contra la «piratería» son algunos de los retos que se plantearon en «Cultura en red».

El futuro de los derechos de autor es uno de los temas clave en la nueva industria digital
El futuro de los derechos de autor es uno de los temas clave en la nueva industria digitallarazon

El copyright europeo, afrontar el mercado iberoamericano y la batalla contra la «piratería» son algunos de los retos que se plantearon en «Cultura en red».

Se puede viajar en coche y sin trabas de España a Irlanda, pero ningún ciudadano europeo podrá realizar ese trayecto con música en línea. El encuentro «Cultura en red», promovido por el Grupo Planeta, Bertelsmann, NBC Universal, la Comisión Europea y Prisa, y que ayer se celebró en Madrid, analizó las contradicciones, desafíos, retos y peligros del nuevo mercado digital. Una realidad que pone sobre la mesa una serie de interrogantes cuya respuesta no admite ninguna demora. A pesar de que la propia idiosincrasia de la red, en constante movimiento, deja la vaga impresión de que las instituciones y las empresas van un paso por detrás de los usuarios, resulta prioritario contestar a ciertas interrogantes: ¿Cuál es el futuro de los derechos de autor? ¿Cómo debe ser el copyright? ¿Cómo será la adaptación de los medios de comunicación en esta inédita coyuntura? ¿Cómo será la relación entre el creador de contenidos y el creador?

Andrus Ansip, Vicepresidente de Single Market en la Comisión Europea, dio una idea de la urgencia de este debate al afirmar: «Las leyes actuales impulsan a robar a muchos usuarios porque no pueden comprar servicios de manera legal». Una frase contundente que pronunció al hilo de uno de los grandes temas: la portabilidad y el geobloqueo que afecta a la UE. «Tenemos que luchar contra la ‘‘piratería’’, pero a la vez debemos permitir que la gente pueda disfrutar de lo que ha adquirido en un país y en otro», adujo Ansip en su intervención. Para él, resulta esencial que los ciudadanos europeos puedan comprar, adquirir servicios y beneficiarse de esas adquisiciones o contratos en las naciones integradas en la Unión Europea. Este asunto es uno de los que más preocupan en la actualidad, sobre todo si se pretende competir con los Estados Unidos. Pero detrás de él, e igual de relevante, esperaban la demanda a la carta, la flexibilidad en la publicidad, la legislación sobre las nuevas plataformas emergentes, que saltan de una nación a otra, la inversión para garantizar productos de calidad, la modernización de las normas vigentes de la UE, aparte de las garantías que deben ofrecerse a los consumidores.

Este gran mercado, que afecta al cine, la música y los libros, además de los medios de comunicación, los video juegos e, incluso, la educación, debe afrontar medidas efectivas para reequilibrar, en un plano de igualdad, a los diferentes actores que intervienen en él, sean nuevos o tradicionales. Luis Elías, Consejero General del Grupo Planeta, sacó a relucir el tema del IVA: «Todos estamos esperando el IVA digital y esperemos que sea armonizado. Tenemos que esperar para un IVA armonizado y que para los libros sea de alrededor del 4 por ciento», señaló.

Combatir la «piratería»

José Manuel Gómez, director de Propiedad Intelectual en el Grupo Prisa, hizo hincapié en el copyright: «Tiene una geometría variable. No hay uno, hay varios». Después abogó por la idea de un copyright europeo y se refirió al mercado iberoamericano como uno de los grandes retos que ahora se deben afrontar. Andrew Hill, Director de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios NBC Universal, recalcó la necesidad de combatir la «piratería» en todas sus direcciones.

Para varios ponentes, los grandes olvidados de estos debates suelen ser los medios de comunicación. Su adaptación y transición de los modelos tradicionales que habían mantenido hasta ahora hacia la invertebrada forma de internet concentró una parte de las mesas redondas que se celebraron ayer. Para Rhys Noelke, vicepresidente de Estrategia en RTL Group, «la publicidad debería ser más libre en internet, pero lo cierto es que todavía no podemos comprender cómo funcionará la economía en este proceso que estamos viviendo. La economía tradicional es muy difícil de defender. Me gustaría poder respaldar los márgenes de beneficios que existían en el pasado, pero hay que adaptarse a la realidad y la realidad es que el consumidor salta de una plataforma a otra. Debemos atraer nuevas inversiones».

Por su parte, Patricia Pérez, directora general corporativa de Atresmedia, apuntó un problema esencial: «Todavía no somos capaces de integrar la publicidad normal a “online”. Esto nos lleva a otro asunto: la medición de las audiencias. Al final, las televisiones en abierto están sometidas al examen de las audiencias todos los días, pero en internet nadie tiene que enfrentarse a este examen. Encontrar esta medición es importante, sobre todo ahora que los gigantes tecnológicos pretenden acaparar anunciantes y existe un modelo de pago que todavía no se ha consolidado. En España aún pervive la sensación de que todo vale en la red».

El futuro de los medios de comunicación, ya sea radio, prensa escrita o televisión, pasa, según defendió José Luis Hervías, director general en Universal Pictures Spain, por su capacidad para mantener en los usuarios «la confianza. La noticia es clave para los usuarios, que no sabe a dónde debe». Patricia Pérez, que compartía este punto de vista, añadió que «la gran asignatura de los “mass media” es la credibilidad. Los medios de comunicación tienen una enorme fuerza. Pero si uno de ellos descuida su credibilidad, en la época de la posverdad, está muerto. Los periodistas tenemos que contrastar en todo momento que la información que se da es real. Los medios todavía tienen la gran oportunidad para poder informar en un mundo que está desinformado. Para eso hay que poseer relevancia y decir verdades. A partir de ahora, quién nos dice las cosas será fundamental».

Por su parte, José Luis Hervías apuntó uno de los grandes peligros que se delinean en el horizonte, y sobre lo que se está trabajando para que no se produzca. «En un mercado digital único, existe un riesgo de que el consumo o la creación cultural de las obras menos destacadas, debido a ese consumo más amplio, mayoritario, decaiga. Podemos ver que dicho modelo se pone a juego, a debate, estamos trabajando», comentó. Una de las consecuencias de la materialización de esta advertencia sería la desaparición de la variedad local y, por tanto, de uno de los grandes avales de todas las culturas.