Escritores

Mohsin Hamid: «A los políticos les favorece que sintamos miedo»

En «Bienvenidos a Occidente», con la que es finalista del Man Booker, propone una reflexión sobre las fronteras y la riqueza.

Gonzalo Pérez 15-9-17 Moshin Hamid
Gonzalo Pérez 15-9-17 Moshin Hamidlarazon

En «Bienvenidos a Occidente», con la que es finalista del Man Booker, propone una reflexión sobre las fronteras y la riqueza.

Eran las 10:45 horas de la mañana cuando bajo el intenso olor a café recién hecho y con las primeras imágenes del día del atentado de Londres del pasado viernes iniciamos una cálida conversación con Mohsin Hamid, escritor pakistaní galardonado con diversos premios internacionales y finalista a los premios Man Booker 2017 en la cafetería de un hotel madrileño. «Bienvenidos a Occidente», el hilo conductor de una profunda charla sobre refugiados que nos hace plantearnos en qué mundo queremos vivir. La historia de amor furtivo entre Said y Nadia en una ciudad llena de puntos de control y bombas. El germen de una guerra civil y de otro conflicto, contra ellos: los refugiados. Unos amantes que encontrarán la salida transformada en una bella fábula: puertas «mágicas» que le llevan a uno a lugares lejanos, alejados del conflicto, pero próximos al rechazo y, en ocasiones, a la bienvenida a Occidente.

–¿Por qué contar una historia de amor furtivo entre medias de una guerra civil?

–En una guerra civil sigue habiendo seres humanos. A veces nos parece que la gente que atraviesa situaciones terribles se convierte en seres distintos a nosotros, sin embargo siguen siendo seres humanos que se enamoran, tienen hijos y también tienen miedo. Además quería indagar en un tipo de relación amorosa concreta, en la que la gente puede ser tierna, pero también posesiva.

–En Occidente vemos en los medios de comunicación cómo hay masacres diarias, pero somos capaces de seguir con nuestras vidas, ¿nos estamos deshumanizando?

–Hay razones complejas, pero el quid de la cuestión es que vivimos en un sistema socioeconómico cuya supervivencia depende de que los individuos no sintamos esa compasión por otras personas. La razón por la que España ve estas noticias y no se conmueve es la misma por la que la gente de este país es capaz de ver niños españoles pobres cuyas familias no pueden encontrar un lugar donde vivir y les da igual. Vivimos en sociedades que nos dicen que no debemos tener compasión, o al menos, no mucha. Pero creo que las cosas cambiarán.

–¿Por qué es ahora cuando la gente tiene mayor rechazo hacia etnias distintas hasta tal punto que se plantean levantar muros para evitar su llegada?

–Las naciones existen y su razón de ser es en contraposición a la creación de enemigos. Nuestro sistema social está basado en la existencia de la nación, la cual existe para luchar contra otras. Para ello nos cuentan que los demás son diferentes. Si pensamos en el terrorismo en España, a veces parecería desde las noticias que se trata de un nuevo fenómeno. Pero, el terrorismo de ETA era algo con lo que los españoles convivían. ¿Pensamos acaso que los vascos son personas más violentas? No, simplemente pensamos que hay un grupo de locos en ese territorio y en una situacion política determinada, que hace que se genere ese terrorismo. Ocurre lo mismo con el terrorismo que llamamos islámico. La razón es que esto ayuda a nuestros políticos. Les viene bien que tengamos miedo, porque cuando uno tiene miedo no dice ‘‘quiero un colegio nuevo’’ o ‘‘quiero un hospital mejor’’. Uno pide que hagan lo necesario para mantenernos a salvo. Es una distinción artificial, incluso la idea de que los sirios son distintos a los españoles, porque hace menos de un siglo Madrid pasó por una guerra civil y, ¿acaso es la gente de Madrid diferentes de los de Damasco? No, son exactamente iguales.

–¿Que es más terrible para los migrantes, abandonar su propio país o que cuando llegan al ansiado Occidente se encuentren con una política de puertas cerradas?

–Algunas personas no pueden elegir tener que irse, simplemente se tienen que marchar, sobre todo si uno está siendo bombardeado constantemente y sus hijos corren peligro. Los migrantes cuando llegan a su punto de destino se dan cuenta que llegan a una sociedad en donde la igualdad no es para ellos. A los propios migrantes la llegada a estos lugares también les produce una gran conmoción. La propia presencia y existencia de los inmigrantes en estos países pone de manifiesto la hipocresía que existe en la sociedad.

–¿Por qué esas puertas «mágicas» por donde viajan Nadia y Said?

–Las puertas representan la tecnología actual, que es como si fuera magia. No sabemos como funciona el teléfono que tenemos delante, pero con él yo puedo llegar a ver a mis hijos como si se tratase de una ventana mágica. Las puertas para mí describen la realidad, porque, en ocasiones, la realidad puede llegar a ser mágica.