Crítica

15 años de Prodis

La Razón
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El tiempo pasa muy deprisa y la Fundación Prodis cumple quince años. Mi contacto con ella no se produjo hasta 2009. En aquel año me llamó Isabel Maier solicitándome las notas para un concierto a beneficio de la Fundación en el que iban a participar el tenor José Manuel Zapata y Ruggero Raimondi, su marido y célebre bajo, acompañados al piano por Rosa Torres Pardo. Entonces no sabía nada de la institución y mi único contacto con el síndrome de Down era su hijo Rodrigo. Por suerte, la iniciativa prosperó y el concierto se repite desde entonces con artistas de entre los más populares, que se prestan generosamente a ayudar a Prodis en su empeño por acercar la discapacidad a la sociedad, ayudándoles en su desarrollo personal y en su inclusión social y laboral, así como proporcionándoles apoyos para mejorar su calidad de vida.

Ruggero Raimondi siempre actúa como anfitrión, solista en arias o romanzas y partícipe en dúos. No es fácil preparar cada año piezas que se adecuen a las características de los artistas. Seguro que a Ruggero le encantaría cantar todos los años el aria de Felipe II, pero resulta demasiado seria y al público sin duda le es más amena «La calumnia» de «El barbero de Sevilla». Tras al citado Zapata en aquel inicial 2009, escuchamos a la soprano Mariola Cantarero con Patricia Barton en 2010. En 2011, al tenor Israel Lozano con Edelmiro Arnaltes. En 2012, a Isabel Rey, soprano, con Fernando Araujo. En 2013 de nuevo a Isabel Rey junto al barítono Carlos Álvarez y Rosa Torres Pardo. El pasado año, a la mezzo María José Montiel y el tenor Aquiles Machado junto a Arnaltes y el grupo Coralia. En esta ocasión, el próximo día 9, tendremos al tenor José Cura, a la soprano Sabina Puértolas, a la contralto Marina Pardo y Coralia con la ya veterana en estos conciertos Rosa Torres Pardo. Siempre me ha emocionado ver en el escenario del Auditorio Nacional a los jóvenes que han pasado, gracias a Prodis, por el programa para la inserción laboral, creado en la Universidad Autónoma de Madrid. Muchos de ellos están ya trabajando en diversas empresas y aportando su granito a la sociedad. Sin embargo, no fue hasta el pasado enero cuando comprendí el alcance del trabajo de la institución. Fue con ocasión de la obra de teatro «Olivia y Eugenio». Ver actuar a Rodrigo junto a nuestra gran Concha Velasco supuso una experiencia impactante que me hizo comprender que aún son pocos los muchos premios –UBS, Fundación Vodafone, Cepsa, CBRE, Randstad– recibidos por la Fundación Prodis.