Crítica

Benvenuto, Terry Gilliam

Temporada del Liceo / Ópera. «Benvenuto Cellini», de Berlioz. Director musical: Josep Pons. Director de escena:Terry Gilliam. Voces: John Osborn, Maurizio Muraro, Ashley Holland... Barcelona, Gran Teatro del Liceo, 9-XI-2015.

El montaje de Terry Gilliam sigue la gran tradición teatral inglesa
El montaje de Terry Gilliam sigue la gran tradición teatral inglesalarazon

En 1977 se presentó en el Gran Teatro del Liceo el estreno en España de «Benvenuto Cellini» (1838), de Hector Berlioz (1803-1869). Una compleja ópera sobre el genial escultor veneciano que en esta segunda presentación en el coliseo barcelonés ha contado con la divertida, ingeniosa y exagerada dirección de escena y escenografía del Monty Python Terry Gilliam, y que fue estrenada el año pasado en la English National Opera de Londres. Un espectáculo que sigue la gran tradición teatral inglesa, por lo tanto muy fiel al libreto en su conjunto, pero con un desbordado sentido del humor, a veces un tanto tosco y otras de fino detalle, en una escenografía inspirada en los grabados sobre arquitectura de Piranesi, que no decae en ningún cuadro de los dos actos.

Todo se sucede con rapidez y eficacia, desde el excesivo y encorsetado personal de servicio del tesorero del Papa, Giacomo Balducci, hasta las rápidas escenas callejeras en los alocados días de carnaval, que incluye un pasacalles inicial por la platea del Liceo con lluvia de papelinas de colores, diversos acróbatas con sus vistosos números, ciudadanos disfrazados, globos aerostáticos para invadir la casa de la amada o un sinfín de rápidos cambios escénicos que varían las perspectivas del taller de Cellini, el espectáculo teatral callejero o la rimbombante entrada del Papa Clemente VII. Un gran espectáculo de principio a fin, con especial mención del ampuloso y afeminado Papa Clemente VII –que parece un emperador chino– o la gigantesca escultura del Perseo con la que finaliza la obra, que sólo cabe en el gran escenario del Liceu hasta poco más allá de sus atributos masculinos.

Desde el punto de vista musical destaca la intensa labor de Josep Pons al frente de la Orquesta Sinfónica del Liceo en una partitura rica e interesante desde el punto de vista musical y con una difícil parte para el coro que fue bien trabajada por el del Liceo recibiendo ambos colectivos numerosos aplausos por parte del público que abarrotaba el coliseo. Desde el vocal destacaron especialmente el Papa de Eric Halfvarson y su tesorero Balducci, a cargo del bajo Maurizio Muraro, la interesante soprano Kathryn Lewek como Teresa y el desbordante Cellini del tenor estadounidense John Osborn. Correcto el resto del amplio reparto, a excepción del poco musical Fieramosca de Ashley Holland, incluido el interesante debut de la mezzo-soprano barcelonesa Lidia Vinyes-Curtis sustituyendo a la prevista Annalisa Stroppa.

Un gran espectáculo, de muy marcado carácter británico, que supuso una estimulante producción para esta desconocida ópera francesa de Berlioz.