Conciertos

De menos a más

Obras de Schubert, Mendelssohn, Duparc, Liszt, Fauré. Soprano: Natalie Dessay. Piano: Philippe Cassard. Teatro Real, 29-IX-2015.

La Razón
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Natalie Dessay estuvo anunciada hace un año en el reparto de «La hija del regimiento» pero canceló su participación, ya que llevaba meses retirada. A cambio, compensó ahora con un recital acompañada de piano con el que costó bastante lograr una buena ocupación, lo que finalmente se logró gracias a las entradas de última hora con descuentos del 90%.

Schubert no compuso sus «lieder» para que fuesen escuchados por mil quinientas personas, tampoco Mendelssohn, Duparc o Fauré, sino para audiencias en las que la intimidad pudiera ser cómplice. El Teatro Real debería evitar el mundo del «lied» y no sólo porque no es lugar idóneo, sino porque ya existe un ciclo en la Zarzuela. Lo dicho resalta el mérito de Dessay al conseguir arrancar el entusiasmo del público, más aún cuando la voz se halla lejos de la plenitud. Bastó la primera pieza para comprobarlo: «Erkönig» de Schubert. Abrir en frío con una de las más exigentes y dramáticas del autor fue una temeridad por parte de la solista, pero ella ha declarado que quiere cantar lo que le gusta, cuando y donde quiera. La voz no es grande y en las alturas no se oía mucho, pero tiene una dulzura muy especial y una indudable musicalidad. Eso se tradujo en que el resto de la primera parte con más Schubert y Mendelssohn se convirtiese en una sucesión de «bombones» incluso empalagosos. En Duparc empezó a encontrarse más a sí misma y lo logró totalmente cuando el pianista Philippe Cassard, muy centrado toda la sesión, tocó la última nota de «Sonnet 104 de Petrarque» y la soprano empezó sin interrupción «Oh! Quand je dors» del mismo compositor. Entraba con ella en un mundo más operístico en el que poder lucir pianos y filados marca de la casa. Otro Liszt, dos Fauré y un Bizet terminaron en éxito indiscutible.