Crítica

El Campoamor por los IX

La Razón
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Hoy tendrá lugar la gala de entrega de la IX edición de los Premios Líricos Teatro Campoamor. Tras la excesiva seriedad que José Carlos Plaza imprimió el pasado año, se volverá a algo más breve y cómico. Joan Antón Rechi ha elaborado un guión, en el que posiblemente también habrán participado José Manuel Zapata y Bibiana Fernández, en el que las líneas maestras vienen determinadas por esas frases de las óperas que todos recordamos. Quizá hasta se le escape algo referente a su lugar de nacimiento, esa Andorra tan de actualidad. Desde luego no cabe duda que la diversión está asegurada con la locuacidad del tenor granadino y la personalidad de la tangerina.

Por el escenario del Campoamor desfilarán casi todos los galardonados a recoger la estatuilla en bronce de “La Gitana de Paris” de Sebastián Miranda y un cheque de 10.000 €. Así Carlos Álvarez e Iréne Theorin, mejores cantantes de la pasada temporada. También Miren Urbieta, premio revelación, y Alejandro Roy, más destacable intérprete de zarzuela. Momentos culminantes serán sin duda las apariciones del barítono Christian Gerhaher, laureado como liderista y del tenor Jaime Aragall, premio a toda una carrera. Paolo Pinamonti recogerá por el Teatro de la Zarzuela el galardón a la mejor producción de obra española por “Curro Vargas” y David e Livermore se estrenará en estas lides para recoger el de la mejor nueva producción por “Forza del destino”, que precisamente firmó él.

El jurado, además del premio a la Fundación Guerrero por su defensa de la lírica, concedió dos especiales sin dotación económica y, por vez primera, consideró la importancia de las tareas de difusión de la música, tantas veces olvidadas. Dos veteranos críticos y musicólogos, Carlos Gómez Amat y Roger Alier fueron sus destinatarios, aunque el correspondiente al primero lo recibirá su sobrino Joaquín Turina. No estarán tampoco en Oviedo ni Dmitri Tcherniakov, premio a la mejor dirección escénica por “La leyenda de la ciudad invisible de Kitech”, ni el gran triunfador de esta edición de los premios: Zubin Mehta. Estoy seguro que mucho de los miembros del jurado que votaros tanto a “Forza” como al maestro hindú tuvieron ya en la cabeza de alguna forma el presentimiento del fin de la era de Helga Schmidt.

Los ganadores suelen tener siempre méritos, pero los miembros de cualquier jurado de premios que requieren la presencia física de los ganadores a la hora de recogerlos, como sucede en los Príncipes de Asturias o los Campoamor, han de compatibilizar calidad con posibilidad de presencia. Esta tarea no es sencilla en los aquí contemplados, máxime cuando la gala se celebra, como este año, casi en Semana Santa, con la mayoría de artistas participando en festivales y, en consecuencia, imposibilitando sus viajes a Oviedo. La fecha de las próximas galas bien merece una reflexión.