Conciertos

En el buen camino

Crítica de clásica / Festival de El Escorial. «Viaje de invierno», de Schubert. Barítono: Damián del Castillo. Fortepiano: David Aijón. Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial, Madrid. 29-VII-2016.

El barítono Del Castillo
El barítono Del Castillolarazon

Siempre es grato escuchar en un país como el nuestro, en el que tradicionalmente han dominado las voces de soprano y de tenor, una de barítono como la de este jiennense, Damián del Castillo, que ha acometido por derecho la compleja y variada serie de 24 lieder (1827). Su voz es penumbrosa, lírica, de relativo metal, emitida con técnica de apoyo muy segura, que deja franca la zona de pasaje y prospera hacia el agudo con cuerpo y vigor; y también con algunos sonidos no del todo controlados que hacen perder tersura, pureza y redondez al espectro. De este modo, y aunque sólo sea en determinadas ocasiones, se bordea un cierto destemple, casi siempre reconducido de manera musical y expresiva. Del Castillo está en el camino de depurar la línea que pueda permitir un saneamiento mayor de lo que ya es un instrumento grato, utilizado muy juiciosamente, aunque en este caso el estilo haya de ganar aún enteros. Algunos portamentos, aquí y allá, ataques en exceso virulentos, la ausencia de una mayor calibración en las dinámicas, de las medias tintas, perjudicaron una interpretación que nació con buen pie y que encontró la exquisita y musical colaboración del fortepiano de Aijón, instrumento que se daba la mano, junto con el piano primitivo, en la época de creación. Partitura en mano, el barítono fue buscando el camino adecuado, muchas veces felizmente hallado. Las buenas intenciones se advirtieron ya en el estrófico lied inicial, «Gute Nacht», donde hubo interesantes tornasoles. Buen dramatismo el de «Gefrorne Tränen». Echamos de menos en «El tilo» un mayor refinamiento y un empleo más riguroso de la media voz, que en todo caso Del Castillo sabe manejar, con escasa intervención del falsete. En «Die Post» se pudo establecer un mejor juego de planos. Pero la intencionalidad se pudo detectar en muchos casos, así en la concisa y contundente «Im Dorfe». «Mut» la habríamos querido dicha con mayor ímpetu, algo que no derrochó Aijón, un poco plano en general; magnífico colaborador en todo caso, que supo hacerse cargo de las limitaciones del instrumento. Fue muy bella la despedida, con un «Der Leiermann» («El tocador de zanfoña») expuesto de forma íntima, introspectiva, muy poética.

Últimas tres citas en el auditorio

Después de abrir sus puertas el 24 de junio, el Festival de San Lorenzo de El Escorial cierra su cita anual el sábado con «Arat: 400 años de flamenco», un recorrido por este arte desde su nacimiento en las Cuevas del Sacromonte, en el XVII, hasta nuestros días. Pero antes, el auditorio tendrá tiempo para albergar dos espectáculos más. El primero de ellos hoy mismo, La sinfonía «Incompleta» de Schubert –a cargo de la Joven Orquesta Filarmónica de Turquía–. Y mañana Raquel Andueza & La Galania presentan «Monteverdi & Friends», un espectáculo centrado en el compositor veneciano y sus coetáneos.