Conciertos

Giorgio Moroder, sexys 77

El productor italiano ofrece en Madrid una sesión arrolladora que repasa cuatro décadas de música de baile.

Imagen de un momento del concierto
Imagen de un momento del conciertolarazon

El productor italiano ofrece en Madrid una sesión arrolladora que repasa cuatro décadas de música de baile.

Es importante señalar que nadie tenía ni idea de lo que había pagado por ver. Vale, en el cartel y en la entrada ponía Giorgio Moroder y en Wikipedia dice que es una leyenda de la música disco y electrónica. También pone que tiene 77 años. Como todo el mundo sabe, aunque lo diga la enciclopedia colectiva, Moroder es el autor de himnos memorables cantados por Donna Summer. De hace 40 años, efectivamente. ¿Qué iba a pasar en las noches del Botánico? Esa era la gran pregunta.

Moroder apareció solo detrás de una mesa de DJ. Y sí, arrancó con Donna Summer, pinchando vídeo y audio, pero nadie imaginaba qué iba a pasar. Treinta segundos después provocó la primera dislocación temporal, a lo bestia: pinchó nada menos que "Despacito", de Luis Fonsi, a todo trapo y con una enorme sonrisa. Alguno estaba a punto de mosquearse y reclamar el dinero de la entrada cuando el señor Moroder mezcló "Tom's Dinner"de Suzanne Vega. El italiano fue mezclando canciones a capricho, como un conjuro de juventud, dando palmadas en el aire mientras el personal comprendía bien poco lo que estaba pasando. Para los que estaban allí con el propósito de bailar los 70, les ofreció "Stalin' Alive", pero la noche no iba de hacer memoria solo.

Muchos tenían que comprender primero que estábamos ante un Dj de club, no ante un vejestorio haciendo un tour por la cara o por el nombre. "Right Here, Right Now", el tema que compuso con Kylie Minogue volvía a cambiar de tercio. Y así toda la noche, pinchando ahora a Rihanna, luego "Take My Breath Away", suya y de Berlin, con remezclas, elevando los graves, convirtiendo al Jardín Botánico de la Complutense en una discoteca. Incluso se atrevió a cantar al micrófono con un desatino que se puede permitir solo él.

Y así pudo haber estado toda la noche, yuxtaponiendo a Avicci con otra de las suyas: "Hot Stuff", interpretada por Donna Summer. ¿Qué intentaba el bueno de Moroder? ¿Reclamar su vigencia? ¿Probarse el padre de todo esto? Consiguió ambas cosas. Rescató "Beat The Clock"de Sparks y después "What a Feeling".

Fue una sesión sexy, dominada por los impulsos brutales de "Tony's theme", el tema dedicado a Tony Montana, enlazado con "How Deep is Your Love"de Calvin Harris y otra vez un tema suyo "On The Radio"cantado por Donna Summer. Una discoteca perfecta, la de un experto "conoisseur"de la tradición de la pista de baile sin el menor rastro de prejuicios. Vale que con un ordenador hoy pueden hacerse encajar una polca y una bulería, pero la cuestión es que Moroder no dejó títere con cabeza: "The Neverending Story"quedó unida con "Work Hard, Play Hard", de Wiz Khalifa y a continuación metió "Freak Out"de Chic y después "I Feel Love".

Entonces, cuando había hecho volar la mente a más de uno, se presentó. "Me llamaron mis hijos de Marte. Daft Punk se llaman. Y me pidieron que contase la mía vida. Mi nombre es Giovanni Giorgio. Pero me podéis llamar Giorgio by Moroder"e hizo sonar el tema del disco del dúo francés. Iba a marcharse, pero antes preguntó a su mujer si podía pinchar la última, y fueron "Call Me", con Blondie y, como no era suficiente, la pinchó dos veces.

Así estuvo toda la noche el italiano. Casi dos horas de romper caderas y provocar esguinces de cerebelo, viajes en el tiempo. "74 is The New 24", dice Moroder en una canción. Y vaya si lo son. De las casi dos mil almas que había en Madrid esa noche, la suya era la más joven con diferencia. Sexys setenta y siete.