Conciertos

Latinos: El muro musical que arrasa en «streaming»

Logran millones de escuchas en Spotify. Son los únicos capaces de plantar cara al discurso anglosajón a escala mundial y no conciben, salvo excepciones, el disco ni como concepto ni como formato: lo suyo son temas de baile de repercusión global con las armas del reguetón

Una imagen del videoclip de «Despacito», el tema de Luis Fonsi que ha conquistado listas en Alemania y Suiza
Una imagen del videoclip de «Despacito», el tema de Luis Fonsi que ha conquistado listas en Alemania y Suizalarazon

Logran millones de escuchas en Spotify. Son los únicos capaces de plantar cara al discurso anglosajón a escala mundial y no conciben, salvo excepciones, el disco ni como concepto ni como formato

Salvando canciones de cuyo nombre no queremos acordarnos –«La Macarena»–, nunca una canción en español ha podido discutir la hegemonía en las listas de los éxitos anglosajones. Sin embargo, un puñado de artistas localizados en dos territorios –Puerto Rico y Colombia– están haciendo frente a esa hegemonía aprovechándose de la nueva manera de difusión de la música, especialmente mediante las listas de reproducción en «streaming» y portales de vídeos, que dejan constancia del poder de un estilo musical que arrasa más allá de los territorios hispanos y apenas tiene eco en los medios. Y desde luego nunca aparece en las listas de lo mejor del año. Luis Fonsi con «Despacito» es el mayor exponente de una escena que lleva cociéndose una década al calor del reguetón y que ha entrado como un terremoto en España. En los próximos meses, visitarán nuestro país Daddy Yankee (20 ciudades), Ricky Martin, J Balvin, y Maluma, que vuelve en septiembre, y que se suman a Carlos Vives, Cali y el Dandee y el citado Fonsi, cada uno con sus particularidades, pero todos convertidos en los reyes de la música en internet. Entre los españoles, también tenemos un representante: Juan Magán.

Las cifras son apabullantes: «Despacito» ha sido Top 3 mundial con 280 millones de reproducciones en Spotify y número uno en 17 países durante tres semanas consecutivas. Como declara Luis Fonsi a este diario, «ha sucedido en países que no soy capaz de pronunciar. Me han ofrecido actuaciones en Indonesia y resulta que a los chinos les gusta ‘‘Despacito’’», explica incrédulo. «La bicicleta», de Carlos Vives, va por los 200 millones y ha sido el motor de los llenos consecutivos del colombiano en España, entre ellos, el WiZink Center de Madrid. Ambos temas se han vuelto omnipresentes en las radios comerciales españolas y en sí mismos justifican las giras mundiales de sus cantantes, que no han publicado todavía los discos en los que aparecerán esos temas. Son singles, adelantos de trabajos para los que faltan aún algunos meses pero que ya no son necesarios ni como soporte ni como concepto para garantizar una carrera artística.

Maluma, cuyas letras generaron cierta polémica en su última visita a España, tiene ya nueve noches anunciadas en España, de Bilbao a Sevilla, a partir de septiembre. Su anterior gira vendió 30.000 entradas y su catálogo ya suma 5.000 millones de reproducciones online en las distintas plataformas de audio y vídeo. Quizá sirva como ejemplo de este levantamiento latino que la saga «Fast & Furious», la sublimación de los valores estadounidenses de triunfo y opulencia y que va por su octava entrega, que se estrena este viernes, ha fichado a Pitbull y a J Balvin para su nueva banda sonora. Y así podríamos seguir, mencionando a los consagrados Enrique Iglesias (que arrasó con «Bailando» y cuyas canciones tienen su raíz en Latinoamérica) o Ricky Martin, que han sabido rodearse de colaboradores adecuados de la siguiente generación.

Luis Fonsi explica que lo sucedido con «Despacito» es nuevo para él: «Jamás me habían escuchado en Suiza, Italia, Francia o Alemania». ¿Será gracias a la colonia latina? «Hombre, sólo con los inmigrantes es difícil ser número uno en Italia, con doble platino, y número dos en Francia y Suiza... es una locura todo lo que me está pasando por una canción», cuenta el artista puertorriqueño, que publicará dentro de unos meses su nuevo álbum. Pero no le hace falta para tener una gira y agotar todas las entradas de su próximo concierto en el Teatro Real de Madrid dentro del Universal Music Festival. «Cuando me pongo a escribir, uno trata de hacer su pequeño estudio de mercado, sobre qué es lo que está sonando en el mundo», dice el artista, que era conocido por sus baladas hasta que se puso en manos de uno de los grandes exponentes del género de baile: Mauricio Rengifo, de Cali y el Dandee, un dúo colombiano que sólo ha publicado un disco en ocho años de carrera. «Ellos pueden elevar una canción que suena bien hasta convertirla en un fenómeno, porque saben tanto de producción como Skrillex o Diplo», dice Fonsi. Desde 2013, su catálogo se limita a singles. «Hacemos sólo canciones sueltas porque estamos muy pegados a la frescura del momento, a lo que está sonando. Si esperamos dos o tres meses por tener el disco completo, los temas pierden su vigencia», explica el propio Mauricio.

Fabricantes de éxitos

Cali y el Dandee han publicado recientemente «Lumbra», un solo tema que pasaron a promocionar por España. «Nos retrasamos bastante porque somos muy meticulosos y cambiamos las canciones hasta el infinito. Lo sometemos todo, hasta el último detalle, a un proceso minucioso de producción». Rengifo está detrás de algunos de los mayores éxitos latinos: de Paulina Rubio a Morat y de Carlos Baute a Sweet California. «Componemos pensando en la canción tradicional de amor, nos basamos en cómo se escribía antes. Lo que pasa es que nos encanta el reguetón, y de ahí tiramos para vestir los temas. Pero tratamos de que no se deforme su esencia original. Por eso, llevamos dos años con una sin ser capaces de terminarla. Es ‘‘La estrategia’’, que está casi lista, pero vamos a seguir con ella hasta que quede perfecta», dice su hermano Alejandro. «Si se alinean los planetas, puede que el año que viene tenga disco nuevo, pero nos sentimos muy cómodos con los ‘‘singles’’. Hasta ahora la música latina no contaba, pero lo que ha pasado en los últimos seis meses es muy llamativo», explica Rengifo. «Antes, el reguetón no tenía importancia pero ahora llega a todo el mundo, y algunos como Daddy Yankee, que estaba ahí desde el principio, tendrán el mundo a sus pies».

Dejar las baladas

«Cuando dije en la compañía que quería dejar de hacer baladas, me dieron la carta de libertad», señala Carlos Vives, cuya canción «La bicicleta» ha arrasado en todo el mundo. «Les contesté que no iba a ser el Julio Iglesias como la compañía quería, que a mí me apetecía hacer cumbia y vallenato. Dijeron que era mi sentencia de muerte, que eso sólo iba a gustar en Colombia. Luego los folcloristas de mi país dijeron que estaba arruinando la tradición por mezclarla con ritmos como el reguetón», dice el músico, que lleva 20 años de carrera. Según Vives, la canción que le ha hecho célebre «es reguetón encima de unos tambores de Santa Marta, de donde provengo. Así que tiene una parte en Puerto Rico y otra en mi país. Yo siempre hice vallenato, pero ahora me he adaptado a estos ritmos modernos y urbanos, pienso que hay que estar dispuesto a aprender».

«La bicicleta» también es el adelanto de un disco que saldrá en algunos meses. ¿Han perdido importancia los álbumes? «Cuentan menos, pero explican más –subraya Vives–. El ritmo de la industria hoy en día es el del sencillo, aunque a mí me guste contar toda una historia en un disco completo. Pero es que una canción global te permite hacer una gira mundial con ese tema nada más. Eso sí, la industria cometería un error si pensase así nada más, porque este sector vive del catálogo. O haces discos completos, o dentro de unos años toda esa gloria del hit mundial se habrá desvanecido», explica. Luis Fonsi: «Tengo ocho discos y veinte años de carrera y nunca había visto algo así. Vivo en EE UU pero en la canción que me ha traido el éxito ha intervenido un colombiano, una panameña, un venezolano y un poco de suerte». Queda, como un lunar recurrente, la sombra del machismo: «Nosotros vemos la música como el guión de una película. Es como ver una de terror en la que le cortan una pierna a alguien. Es una ficción, una historia. No hay que tomárselo tan a pecho», dice Mauricio Rengifo.

Juan Magán, el español más escuchado

Es de Badalona, donde nació en 1978, pero hace tiempo que vive en República Dominicana. El español más escuchado en el mundo es Juan Magán (en la imagen), que pone en funcionamiento las mismas estrategias que sus colegas latinoamericanos: acaba de lanzar un single, «Rápido, brusco y violento», que tiene un lado latino y una base electrónica propia de un DJ curtido en Ibiza como es Magán, al que se le aplica el término «electrolatino». Sólo en el último año, ha sumado 18,5 millones de reproducciones y es el artista con más temas dentro del Top 50 de canciones más escuchadas en nuestro país. Otro caso es el de Yall, un combo barcelonés de un músico y dos diseñadores que apenas ha publicado un puñado de canciones, pero mantiene una línea de ropa asociada al concepto de los temas que va publicando. «Hundred Miles», un tema electrónico con «french touch», del que hay varios «remixes», logró 90 millones de reproducciones en Spotify.