Crítica

Músicas para esta noche

La Razón
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Si algunas de nuestras orquestas y coros como la RTVE y la OCNE han dedicado a las Navidades sus últimos programas, ¿por qué no hacerlo hoy nosotros? Y, dado que este sábado coincide que esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, qué mejor que suscribirse a una web de descargas si son avezados en ello o, en caso contrario, acercarse a El Corte Inglés, a la FNAC o a La Quinta de Mahler para acopiar material musical con el que llegar a los gustos de todos nuestros invitados e incluso sorprender a los más expertos. Son innumerables los discos que famosos han dedicado a la Navidad, pero hay algunos que deberían sonar cada año en nuestras casas. Empecemos por uno de los mejores, quizá el más espectacular por su director, nada menos que Leonard Bernstein, por la Filarmónica de Nueva York junto al Mormon Tabernacle Choir y por la variedad de un repertorio que va desde «Cascanueces», de Chaikovski, «Children’s Prayer» de «Hansel y Gretel» o el «Aleluya» de «El Mesías» a «La Virgen lava pañales», naturalmente en español, pasando obviamente por «Silent Night». Un CD para no perderse. No le va a la zaga el de Leontyne Price con Herbert von Karajan y la Filarmónica de Viena. Un lujo escucharles el «Von Himmel hoch», de Bach. Y, ya que estamos con una soprano negra, también Jessye Norman tiene un par de grabaciones con un precioso «O Come Emanuel» entre otras piezas. Renata Tebaldi, una de las voces más bellas de la historia, incluye en el suyo el más raro «Tu scendi delle stelle»; Marilyn Horne está que se sale en «Gesu bambino» y Elisabeth Schwarzkopf con Mackerras, los Ambrosian Singers y la Philharmonia harán las delicias de los más exquisitos. Claro que, para exquisitos, el de Fischer-Dieskau con obras de Reinecke, Loewe, Humperdinck o Max Reger y uno, un tanto raro, con voces de la primera mitad del pasado siglo: McCormack, Martinelli, Flagstad, Bjoerling, Seefried, Tauber, etc. Una pequeña joya que no encontrarán en tienda alguna pero sí en descargas con algo de fortuna. Pero claro, no todos ustedes van a tener en su mesa a Arturo Reverter o a José Luis Pérez de Arteaga, sino que, lo más probable es que sus familiares estén por algo más popular. Los amantes del jazz tienen magníficos y peculiares villancicos con Ray Charles o Ella Fitzgerald. La voz inconfundible de Barbra Streisand se recrea en «I Wonder as I Wander». Y, si quieren escuchar lo mismo que Donald Trump junto a la cascada del patio interior en su Trump Tower, recurran a cualquiera de los dos o tres CD de los coros de Ray Conniff.