Artistas

Tiempo de desConcierto

La Razón
La RazónLa Razón

Perdonen que sea esta vez un tanto personal aunque, por otro lado, creo que es lo que ustedes esperan al leerme. Desde hace tiempo estoy desconcertado y pienso no ser el único. Me desayuno con la muerte de un discutible Premio Nobel de literatura, Dario Fo, y la aún más discutible concesión del mismo a Bob Dylan. A mis 18 compartía ideales y canciones con una generación. A él, como a los Beatles, John Williams o Lloyd Webber, los he incluido en mis textos porque los considero integrantes del lied, la ópera o la música contemporánea. Hay buena poesía en los textos de Dylan, pero quedaría desnuda sin su música. ¿Tiene textos como para un libro de poesía? Los jurados andan bastante desconcertados. Barbara Hendricks recibió el Príncipe de Asturias a las Artes y entonces escribí que hubiera entendido el de cooperación pero no aquél. No entendí los Nobel de Obama o Santos a la paz. Tampoco el de Dylan. Si se quería premiar su influencia por «crear nuevas expresiones poéticas», que se modifiquen categorías y se dote la que corresponde. Acabo de escuchar la partitura que ha obtenido uno de los más prestigiosos premios de composición. Casi cien atriles para doce minutos, recibidos fríamente, llenos de «divisis» y para cuyos resultados hubiera bastado la mitad de la plantilla. Y así en todo cuanto nos rodea. En la Scala se prohibió la entrada al crítico de mayor peso en Italia, Paolo Isotta, tras una crítica. Afortunadamente, provocó la unión de sus compañeros y el director del «Corriere della Sera» amenazó con no publicar nada del teatro, con lo que éste hubo de replegar velas. Habrá veces que se sientan desilusionados e impotentes ante hechos como los anteriores, pero les animo a resistirse, a emplear su sentido común contra el relativismo y el populismo que nos invaden.