Crítica

«Tristán e Isolda», renovarse a tiempo

La Razón
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«Tristán e Isolda», de Ri Wagner. Stefan Vinke, Albert Dohmen, Iréne Theorin, Greer Grimsley, Francisco Vas... Josep Pons. Àlex Ollé. Gran Teatro del Liceo, 28-XI-2017

La renovación del contrato del director musical del Gran Teatro del Liceo Josep Pons hasta la temporada 2021-22 supone el espaldarazo definitivo del coliseo para asegurarse una Orquesta Sinfónica de un buen nivel internacional cuando estén contratados todos los músicos que se requieren para las plazas vacantes. Por el momento Pons cosechó un nuevo éxito ofreciendo una lectura de «Tristán e Isolda» de un gran nivel musical. Una versión, en conjunto, más lírica que emotiva, con un gran cuidado en la expresividad y en los detalles donde destacó la suntuosidad y la conjunción de las cuerdas, unos metales ajustados y unos vientos muy cuidados. Todo acorde con la excelente escenografía de Alfons Flores y a la inteligente dirección escénica de Àlex Ollé, con una escenografía y vestuario basada en los diferentes matices del blanco y negro, del día y la noche, con multitud de grises gracias también a las excelentes proyecciones de Franc Aleu y a la magnífica iluminación de Urs Schönebaum. Hoy no hay casi ningún heldentenor capaz de asumir la parte de Tristán y Vinke, que no lo es, lo intenta con bastante dignidad a base de una voz poderosa, quizá algo falta de emotividad y armónicos, que fue ganado enteros a lo largo del primer acto para ofrecer un segundo, más reservado, realmente a un gran nivel. Lástima que el tercero sea tan exigente y Skelton hubiese de forzar un tanto su instrumento. A su lado, una Iréne Theorin extraordinaria como una Isolda, capaz de abordar la partitura de principio casi a fin con una voz poderosa pero a la vez muy musical y melódica, siempre atenta a las delicadas inflexiones de la partitura.