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«Origen», de Dan Brown, una «carta de amor a España»

El escritor superventas presenta su nueva novela «Origen», y pide diálogo para solucionar la situación que se vive en Cataluña.

El escritor Dan Brown, en la Casa Milà de Gaudí
El escritor Dan Brown, en la Casa Milà de Gaudílarazon

El escritor superventas presenta su nueva novela «Origen», y pide diálogo para solucionar la situación que se vive en Cataluña.

Las cifras que acompañan las ventas de los libros de Dan Brown son puro vértigo. Tras de sí hay 200 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, gracias sobre todo al espectacular éxito que tuvo «El código Da Vinci». Eso hace que cualquier lanzamiento de uno de sus libros sea un acontecimiento. Y eso es lo que se notaba ayer en la Casa Milà, uno de los más célebres edificios de Antoni Gaudí, un símbolo del modernismo barcelonés y que se ha convertido en uno de los principales escenarios de «Origen», la nueva novela del escritor estadounidense y que acaba de publicar Planeta.

Brown hace ahora viajar a su héroe Robert Langdon, probablemente el profesor de simbología más famoso del mundo, a nuestro país. La nueva aventura de Langdon transcurre en la España actual y en espacios como el Museo Guggenheim de Bilbao, el Palacio Real de Madrid, la catedral de Sevilla, el monasterio de Montserrat o la Sagrada Familia y la Casa Milà de Barcelona. De nuevo, el «thriller» se adueña de las páginas de la novela en el que los símbolos ocultos en textos literarias y obras de arte contemporáneo pueden dar la clave para desvelar el misterio. «Es una carta de amor a España», dijo ayer el escritor en Barcelona de un libro que ya ha salido en 15 idiomas.

En declaraciones a este diario, Dan Brown explicó que «Origen» no ha sido escrito con la intención de dar un mensaje sobre la situación político y social, aunque el autor inserta en la novela algunas opiniones sobre, por ejemplo, la Transición. «No hay ningún mensaje político específico que yo haya querido incluir en “Origen” con la situación política en un país que en este caso es España. Como estadounidense que soy ni tengo opinión formada ni forjada ni pretendo incluir nada a drede. Lo que está pasando ahora es que deseo que España y Cataluña puedan arreglar sus diferencias. Por eso apuesto por el diálogo ahora más que nunca. Creo que es muy fácil hablar entre ideas que no son iguales. Aquí se trata de que ambos lados se entiendan, entiendan de dónde vienen las distintas posiciones y se puedan construir puentes». Brown reconoció que desde que inició la pasada semana en la Feria de Fránkfurt la promoción internacional de su nuevo libro, en todas las entrevistas está apareciendo la situación actual en Cataluña. «Diálogo» es la palabra que más repite como remedio para acabar con el conflicto.

Siendo un quinceañero, el escritor visitó por primera vez España, pasando una larga temporada en Asturias. Eso hizo que le fascinara el país, su arte, su gastronomía, las sobremesas o la música, hasta el punto que reconoce que podría cantar éxitos de Mecano, Alaska e, incluso, el «Déjame» de Los Secretos y el «Asturias, patria querida».

Pero aparte de todo esto siempre le quedó el querer sumergirse en la obra del arquitecto Antoni Gaudí. «Al principio, en el origen todos adoramos y veneramos las mismas cosas: la naturaleza. Al principio todo es el mismo dios. Ese río de pensamiento que nace de una imagen espectacular que encontré en una biblioteca de Ámsterdam, titulada “El río de las ideas”, me lleva a pensar en el río de pensamiento que a medida que vamos progresando va avanzando, naciendo cientos de filosofías y religiones distintas. Me gusta de Gaudí que su arquitectura sea un tributo a lo orgánico. Cuando veo la Sagrada Familia lo considero un santuario dedicado a la naturaleza, en el que Gaudí muestra un respeto absoluto por lo divino expresado a través de lo orgánico. Eso a mí me emociona porque pienso que nos lleva al pasado, pero a la vez es progreso», aclaró.

Lo religioso

La religión sigue siendo una de las principales obsesiones de Dan Brown para construir sus relatos. En «Origen» es uno de los ejes argumentales, uno de los hilos que tiene que tirar Robert Langdon en sus aventuras españolas. A este respecto, el novelista se definió como agnóstico, «la palabra que más se ajusta a lo que pienso, aunque creo que soy un trabajo en proceso porque hay veces que me voy al ateísmo, pero luego veo un cielo estrellado y pienso que algo más debe existir que es más grande que el ser humano». A este respecto, el autor de «Ángeles y demonios» comentó que «crecí en una familia muy religiosa, pero a la vez mi padre era un famoso profesor de matemáticas. Cuestioné de joven a un sacerdote sobre por qué debía creer a Adán y Eva o la Evolución, pero me decían que no preguntara eso porque no tocaba. Fue entonces cuando me empecé a apartar de la religión y comencé a estudiar más física y matemáticas. Lo curioso es que cuando te metes ahí, te vuelves más filosófico».

Para Dan Brown, la religión «debe evolucionar o se extinguirá. El catolicismo tiene un nuevo Papa más progresista, lo que me parece muy bien y que ayudará, pero no sé si será suficiente para estar al día del pensamiento moderno. Pienso que para los niños la religión es casi irrelevante en sus vidas. Creo que veneramos a los dioses de nuestros padres, lo que es el origen de toda religión, y toda religión no es una verdad absoluta».