Spider-Man se quita las telarañas

Es uno de los iconos de Marvel (propiedad de Disney), pero sus derechos para el cine los tiene Sony desde hace décadas. Ahora, una operación sin precedentes en Hollywood ha permitido que dos gigantes se alíen para dar nuevos bríos al hombre araña con el joven Tom Holland como protagonista.

La franquicia del superhéroe menos cachas de Marvel lleva quince años lanzando telarañas en los cines de la mano de Sony. Pero, a pesar de unos beneficios de más de cuatro mil millones de dólares, el estudio se encontraba en el dique seco creativamente hablando para hacerle al famoso personaje un reseteado como Dios manda. A principios de 2015 los dos ejecutivos de Sony con más peso, Michael Lynton y Amy Pascal, volaron a Palm Beach, Florida, para reunirse con el jefazo de Marvel Entertainment, Isaac Perlmutter, que llevaba meses haciendo campaña para que Sony diera carta blanca a su compañía (en la actualidad parte de Walt Disney) y así dar un «empujón» a Spider-Man, personaje que desde 1999 pertenece de Sony y, por tanto, no lo pudo adquirir Disney cuando se hizo con Marvel. Para Sony fue duro el hecho de tener que renunciar a una parte de sus propiedades más lucrativas. Pero según Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, la cosa no fue demasiado complicada: «Me reuní con Amy Pascal en su oficina y le comenté que Sony seguiría teniendo los derechos y que eso no iba a cambiar, aunque lo más inteligente era que pagaran por el filme, lo distribuyeran e hicieran la campaña de marketing». Eso, a su vez, les permitiría tener el control creativo e incorporar al personaje arácnido en el universo Marvel. Sony cedió a la oferta. Al fin y al cabo, Feige es uno de los productores con más éxito en Hollywood. Mientras almorzaban en la mansión de Perlmutter con vistas al mar, se pusieron manos a la obra para hablar de presupuestos, posibles secuelas y sobre cómo Spider-Man interactuaría con otros superhéroes de la factoría.

Debut en «civil war»

Los resultados del acuerdo comienzan a verse estos días con el estreno el viernes pasado en Estados Unidos (a España llegará el 28). Es la primera vez que forma parte del universo cinemático de Marvel entremezclándose con otros de sus mitos. Spider-Man hizo su debut como «estrella invitada» en «Capitán América: Civil War» (2016). Tom Holland, el actor que da vida al tercer hombre araña desde que Sony tiene los derechos, fue alabado por la crítica e su estreno, por lo que su aventura en solitario parece prometedora. Los fans llevan años esperando este «maridaje» entre clásicos de Marvel y Spider-Man. Este último es uno de los reyes indiscutibles del cómic desde sus primeras apariciones en los 60. Su juventud, su actitud en momentos un tanto descarada y sus peculiares habilidades, han provocado que se gane un lugar muy especial no solo en el Universo Marvel, sino en especial entre sus admiradores. Para Amy Pascal este acuerdo era algo necesario, pero rápidamente quiso cortar especulaciones sobre negociaciones de este tipo en el futuro: «A ningún estudio le gusta tener que dividir beneficios aunque en esta ocasión era una situación beneficiosa para Disney, Marvel y nosotros», aseguró la ejecutiva en unas declaraciones a «Hollywood Reporter» hace un par de años cuando se firmó el acuerdo. «Lo que todos queríamos es que ‘‘Spider-Man’’: Homecoming fuera la mejor película posible», añadía.

Feige nunca creyó que fueran capaces de incluir a Spiderman en el universo Marvel. «Ha sido sin duda un sueño hecho realidad», afirma el productor. Este escenario colaborativo es algo que no suele ocurrir en Hollywood a no ser que sea bajo circunstancias excepcionales. Una de las otras pocas ocasiones en las que un hecho similar se produjo fue cuando Fox ayudó a Paramount a financiar «Titanic» porque James Cameron sobrepasó el presupuesto establecido. A los estudios les encanta jactarse de sus éxitos en solitario, pero esta vez, como pasara con «Titanic», la apuesta puede salirles redonda. Todo apunta, de hecho, a que el pacto va a funcionar: se espera que el filme, de un presupuesto que alcanzó los 175 millones de dólares, protagonizado por Holland, recaude únicamente entre Estados Unidos y Canadá unos 100 millones de dólares este fin de semana. Las predicciones se basan en los pases que se han ido haciendo como prueba durante meses y las espectaculares críticas hasta el momento. Pero la cifra podría quedarse corta a juzgar por la recaudación del viernes: 50 millones de dólares.

Así, Sony, que fue el estudio que, en última instancia, ha soltado toda la pasta, será capaz de seguir siendo el dueño y señor de la propiedad intelectual más importante del momento. El estudio se está frotando las manos con la posibilidad de futuros «spin offs» como «Venom» o «Silver & Black», basado en los personajes femeninos Silver Sable y Black Cat. Por su parte, Disney sacará también tajada por la parte del merchandising que ya negoció en 2011 y además tiene derecho a incluir a Spider-Man en cualquier otra película de Marvel, como hizo en «Capitán América: Civil War», con la que recaudaron la friolera de 1.150 millones de dólares. Para Jason E. Squire, profesor de cine de USC (University of Southern California), este nuevo modelo de negocio es una iniciativa muy lucrativa.

Volver a recuperar a Spider-Man y comenzar de cero de nuevo por tercera vez desde que la saga cinematográfica arrancara en 2002 es, sin embargo, un riesgo en estos tiempos en que los «revivals» comienzan a dar signos de agotamiento, como ha pasado con «La momia» o «Alien: Covenant». El acuerdo entre Sony y Marvel es un tanto inusual porque el dinero no se ha movido prácticamente de unos a otros. El primero pagó honorarios a los productores de la segunda compañía que no se han desvelado, pero Marvel no va recibir tajada de los beneficios que el filme haga en taquilla. Como compensación, van a poder compartir sus personajes más populares. Para Marvel el poder incluir a Spider-Man en su universo sin tener la propiedad intelectual del personaje es un gran logro en vistas al futuro.