Cómic

Stan Lee: El verdadero superhéroe es él

El cómic y el cine homenajean al hombre que revolucionó la fantasía en los 60 hasta crear con Marvel uno de los más grandes emporios del entretenimiento

El dibujante y productor Stan Lee, ayer en el Teatro Saban de Beverly Hills durante el homenaje que recibió
El dibujante y productor Stan Lee, ayer en el Teatro Saban de Beverly Hills durante el homenaje que recibiólarazon

El cómic y el cine homenajean al hombre que revolucionó la fantasía en los 60 hasta crear con Marvel uno de los más grandes emporios del entretenimiento.

De rellenar los tinteros de los dibujantes de Timely Comics a encabezar la mayor y más rentable factoría de superhéroes del mundo, Marvel. En esta línea cabrían las casi siete décadas de trayectoria de un tipo nacido en el Bronx, de humilde familia judía rumana, que ayer, a sus 94 años, recibió el homenaje de todo el mundo del cómic y el cine en el Teatro Saban de Beverly Hills. Stan Lee es único y amigos, admiradores y acólitos quisieron rendirle honores en un evento especial que se retransmitió en casi 200 cines de Estados Unidos. «Tengo mucha suerte. Algunas personas trabajan toda la vida y nadie celebra su carrera. No sé cómo me pasó todo esto, pero estoy increíblemente agradecido», aseguró el nonagenario que en los 60 revolucionó el mundo del tebeo con una ristra de superhéroes cercanos al lector medio por sus propios miedos y defectos: aquel Peter Parker adolescente que de repente adquiere poderes arácnidos o el Iron Man surgido de un trauma. «Esos personajes me inspiraron y llevaron a un lugar donde no existía ningún fanatismo, donde había héroes que se parecían a mí, y donde yo podía pensar que la justicia y la diversión prevalecerían por encima de todo», señaló Lee.

De la acción a la trama

Pero, como si de uno de sus personajes se tratase, el dibujante y editor que era Lee en los 50 tuvo que pasar una dura prueba: el desencanto. En Timely Comics (que con el tiempo pasaría a llamarse Marvel), la acción primaba sobre la complejidad de los personajes. Pero Stanley Martin Lieber (así se llamó al nacer este chico fascinado con la lectura y las películas de Errol Flynn) buscaba algo distinto, nuevo. En su esposa Joan –fallecida el pasado 6 de julio– encontró una cómplice: ella fue quien le animó a plantear sus propios personajes en vez de abandonar la compañía. De ahí surgirían «Los 4 fantásticos» en 1961 y, durante los años siguientes, junto a dos míticos artistas como Jack Kirby y Steve Ditko, desarrolló superhéroes hoy inmortales como Spider-Man, Hulk, Doctor Extraño, Iron Man, Daredevil, Thor y X-Men. Décadas después, sus creaciones siguen vivas y el cine ha dado un nuevo impulso a sus personajes y al negocio mastodóntico en el que se ha convertido el Universo Marvel.

Stan Lee, a día de hoy presidente emérito de la compañía, adquirida por Disney en 2009 por 4.240 millones de dólares, es una leyenda viva con millones de fans en todo el mundo, lo que quedó patente en el acto de ayer en Los Ángeles. El también creador de cómics Todd McFarlane lo describió como un nuevo Walt Disney, mientras que Chris Hardwick, comediante y anfitrión del evento, lo llamó el «Hugh Hefner de los ‘‘nerds’’». Michael Uslan, productor de «Batman», le expresó un «agradecimiento que casi coincide al que siento por mis padres y profesores, que trataron de transmitirme los mismos preceptos, pero que nunca podrían hacerlo de una manera tan entretenida y efectiva como lo hicieron a través de la magia de los cómics de Stan Lee». Lou Ferrigno, que en el año 78 interpretó a «El Increíble Hulk» en la pequeña pantalla, fue más allá: «No estaría vivo hoy si no fuera por Stan».

Lee se caracterizó y distinguió de otros escritores de su ramo por su estilo atrevido y lleno de vida que hace que los fans se sientan como que si tuvieran un acceso privilegiado a la vida de estos superhéroes. Su relación con los lectores siempre ha sido muy cercana y según sus propias palabras, esta comunicación fue clave en el desarrollo de sus historias. Su método funcionó de inmediato y pronto Marvel dominaría la industria del cómic desde los 60, no solo en ventas sino también como tendencia, introduciéndose poco a poco en la cultura popular. Franquicias como Spider-Man, Capitán América o Iron Man se convirtieron en una máquina de hacer dinero con juguetes, vídeos, camisetas y todo tipo de merchandising distribuido por todo el mundo. «Me llena de satisfacción haber sido parte de este universo», aseguró.

Su mujer ideal

El homenaje de los admiradores y los profesionales (muchos de ellos pagaron hasta 300 dólares para estrechar la mano del creador) devuelve la sonrisa a un hombre que en apenas un mes ha perdido a la pareja con la que compartió casi 70 años de vida. Según ha declarado Lee en alguna ocasión, Joan respondía a la perfección al dibujo previo que se había hecho de su mujer ideal antes de conocerla. Fue su primo quien le comentó que conocía a una modelo de sombreros que le podría interesar. Aquello fue amor a primera vista. Sin ella, declara el nonagenario, nunca habría dado el paso de presentar al mundo «Los 4 Fantásticos», el cómic que abrió las puertas a un universo tan grande como la imaginación lo permite. Ayer, emocionado y sin perder la sonrisa, quiso dejar un consejo para sus seguidores: «Sigue tus sueños, trata de soñar con algo realmente grande y realmente bueno». Él, que compartía una pequeña habitación del Bronx junto a su hermano mientras sus padres dormían en el salón, y que empezó ejercitando su talento para la escritura confeccionando esquelas, lo ha logrado.