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Andreu Casanova: «Actuando me ven más cachondo, guapo y rico»

Andreu Casanova / Humorista. Encarna al señor Grey en «Cincuenta sombras de Andreu», una parodia de la célebre trilogía

Andreu Casanova, humorista
Andreu Casanova, humoristalarazon

Encarna al señor Grey en «Cincuenta sombras de Andreu», una parodia de la célebre trilogía

No lea usted esta entrevista si detesta los espectáculos golfos. Hablaremos de un show de humor para fans y detractores del libro erótico más vendido en los últimos años. Casanova es el señor Grey español. Y la obra que protagoniza y dirige, «Cincuenta sombras de Andreu», desmonta los mitos y leyendas de una de las parejas más explosivas de la gran pantalla. Estará de jueves a domingo, hasta el 8 de enero, en el Pequeño Teatro Gran Vía.

–¿Prefiere preguntas cachondas o divertidas?

–Que sean cachondamente divertidas.

–¿Me dejará alguna respuesta subida de tono?

–Lo intentaré, aunque no me será difícil.

–Primero fue el libro, después la película y ahora...

–Una obra de humor, de cachondeo total.

–Usted se convierte en el señor Grey.

–Exacto. El libro se va de las manos. Parece que Grey es fantasía pura. El espectáculo es la parodia del Grey español. Hablamos de cómo sería en su día a día.

–Adelántenos algo, anda.

–El español saldría perdiendo. Sería más guarrete, gracioso y enigmático. El Grey de aquí no iría en helicóptero a buscar a su chica.

–¿Y cómo iría?

–Es lo que describo en la obra. Pero en el libro le saca los juguetes y demás. Si yo llegara a casa y mi mujer me dijera que le pusiera pinzas en los pezones, le preguntaría que si se ha quedado sin batería.

–Decía que el español sería más guarrete y gracioso...

–Sí, y no tan cañero. Pero no todas las chicas son como Anastasia. Muchas veces meten más caña ellas. Hay mucho más sometido de lo que pensamos.

–¿Qué tal lleva ser un mito erótico?

–(Risas) No me considero como tal. Cuando acaba la función lo primero que dice la gente al verme es que parezco más grande en el escenario. Actuando me ven más cachondo, guapo y rico.

–Seguro que ha recibido alguna propuesta indecente, pero confesable.

–Alguna ha habido, no te voy a engañar. Pero es porque les hago gracia y les resulto simpático. Hacer reír está muy bien.

–¿Ayuda a ligar?

–Sí. A mí me ha servido. Si no ayudara, no hubiera ligado nunca. Ser guapo importa, pero los que hacen reír y pasarlo bien ganan puntos.

–¿Es éste un show para fans o para detractores?

–Para ambos. Hay mas público femenino, aunque también vienen muchos chicos. Se lo pasan teta tanto los que han leído los libros y visto las películas como los que no.

–¿Por qué la literatura erótica triunfa más entre las mujeres?

–No sé, pero cuando pregunto que quién se ha leído el libro, el 90% son chicas.

–¿Quizá porque ellas mitifican más el sexo?

–No sabría decirte. (Piensa). Puede ser.

–«Cincuenta sombras...» desató un «boom»...

–Cierto. Quienes han leído este género durante mucho tiempo dicen que de erótico tampoco tienen mucho. Hay algunas novelas más potentes que han pasado desapercibidas.

–¿Su espectáculo pretende reírse de las novelas?

–Dejarlas en evidencia, más bien. Pero los amantes del fenómeno que vienen también se lo pasan estupendamente.

–¿Cómo se le ocurrió la idea?

–Cuando se puso de moda el sado empecé a escribir. A la gente le gustaba y seguí hasta que me di cuenta al cabo de los meses de que tenía suficiente contenido como para hacer un espectáculo. El objetivo no es reírme de los que leyeron las novelas, sino del libro en sí, de cómo se presenta a Grey.

–¿Qué opina del tratamiento que se hace del sexo en los libros?

–Los que están bien escritos pueden ser muy cachondos y reales. He leído cosas subidas de tono que me han llegado más que una película. Las escenas de sexo pueden ser muy potentes en un libro.

–¿Puede la pornografía frustrarnos?

–A la hora de practicar sexo, quizá. Hay personas que se vienen arriba y pretenden convertir el hecho de hacer el amor con su pareja en una escena porno.

–¿Hay que innovar?

–Sí. Y ser más atrevidos.

–¿Cómo descubrir un orgasmo fingido?

–No he descubierto ninguno (risas). Aunque seguro que alguna vez me lo han colado.

–¿Está el sexo sobrevalorado?

–Depende. El sexo es bonito y necesario. Ayuda mucho. Mejora los malos días. Pero hay obsesión y gente enferma por el sexo.

–¿El sexo mueve el mundo?

–No sé, pero se hacen muchas tonterías por él.

–¿Es ésta una obra para azotar conciencias?

–(Risas) Justo. Has dado en el clavo.

–¿Usted se dejaría azotar?

–Desde luego. Por mucha gente.

–Como genio de la improvisación, dígame algo gracioso para cerrar la entrevista.

–¿Una guarrada?

–No se pase, que le veo venir.

–A quien venga a verme le entrarán ganas de sacar su lado más cañero. Y el sexo lo agradece.

El lector

El poco tiempo libre que tiene Andreu Casanova lo dedica a preparar los guiones para nuevos espectáculos, por lo que no lee tantos periódicos como le gustaría. Se informa a través de las redes, porque le dan «más independencia». Las páginas en las que siempre se detiene son las entrevistas de contraportada.