Arte, Cultura y Espectáculos

Juan Carlos Pérez de la Fuente: «He pasado por cosas intolerables, pido respeto»

Juan Carlos Pérez de la Fuente / Dramaturgo. El silencio era la única respuesta que había recibido por parte del Ayuntamiento en un mar de rumores que se ha prolongado durante meses. Ayer se confirmó su cese como director del Teatro Español

Juan Carlos Pérez de la Fuente
Juan Carlos Pérez de la Fuentelarazon

El silencio era la única respuesta que había recibido por parte del Ayuntamiento en un mar de rumores que se ha prolongado durante meses. Ayer se confirmó su cese como director del Teatro Español

Ha querido la casualidad que el crítico teatral que suscribe esta entrevista se haya convertido en inopinado testigo de excepción del último desaire, quizá el definitivo, del Ayuntamiento de Madrid a Juan Carlos Pérez de la Fuente. Estando reunido conmigo para hablar de Cervantes, y de algunos otros asuntos artísticos, el todavía director del Teatro Español (al menos lo seguía siendo al cierre de esta edición) recibía ayer una llamada a su teléfono móvil en la que una persona vinculada al consistorio le comunicaba que el Consejo de Administración de Madrid Destino –la empresa pública que gestiona los teatros municipales– acababa de destituirlo alegando que «no encajaba en sus planes y en su proyecto para la institución». Era primera hora de la tarde y se confirmaba el final de un camino agónico que el dramaturgo lleva viviendo desde principio de año. Y así me lo contaba el propio aludido al colgar el teléfono, añadiendo con tristeza: «Una vez más me vuelvo a enterar por terceros de lo que mis jefes quieren hacer o no quieren hacer conmigo. Creo que no me lo merezco; nadie se merece esto».

Como la actualidad manda, dejamos aparcado a Cervantes y abordamos directamente este otro asunto más prosaico que, no obstante, parece relacionado con la resistencia numantina sobre la que, precisamente, el Manco de Lepanto escribió una tragedia que, ¡otra casualidad más!, el propio Pérez de la Fuente dirige en el Teatro Español del que pretenden echarlo.

–Se le ve ya resignado. ¿Es que lo esperaba?

–No sé ni lo que espero; porque se han dicho y se dicen tantas cosas... Pero no me resigno a nada; y más vale que no piensen que lo haré, porque no me conocen. Es verdad que precisamente hoy (por ayer) he recibido una carta de Ana Varela (consejera delegada de Madrid Destino y coordinadora general de Cultura y Deportes), en respuesta a otra mía del día anterior, en la que se me insta a que me presente mañana (por hoy) en su despacho; pero quería y quiero creer que es para hablar del contenido de esa carta.

–¿Y cuál es?

–Simplemente le expresaba mi malestar por mi situación al frente de la institución; por cómo se me está ninguneando y faltando al respeto como profesional y como persona. He pasado por cosas intolerables. Creo que debo de ser el hombre más cesado en la historia del teatro en España. Y lo más curioso es que a mí, realmente, nadie me ha echado. Eso daña moralmente a cualquiera. Y no sólo se me falta a mí al respeto, sino también a una institución como el Español, que es en su ámbito una de las más importantes de Europa.

–¿Qué es lo que le ha contestado el Ayuntamiento?

–La consejera me ha manifestado su sorpresa por lo que le expongo, y me ha asegurado que lo investigará. Me cita en su despacho a las 09:00 horas (de hoy miércoles), así que yo prefiero seguir creyendo que es para hablar del asunto. Sigo siendo un trabajador de Madrid Destino. Espero sólo que el sentido común que ha faltado en todo momento no falte también ahora.

–¿Cuáles son esas situaciones intolerables?

–Me han dicho de todo, y eso se puede consultar en las actas de la Comisión de Cultura y Deporte. En el Ayuntamiento me han llamado arrogante, me han dicho que soy el director de doce teatros, lo cual por supuesto es mentira, me han prohibido dar ruedas de prensa, me han dicho que no programe, ¡al director artístico de un teatro le piden que no programe!, y ahora me han quitado de mis atribuciones el festival Frinje. En fin, ¡de todo! He sido director del Centro Dramático Nacional durante ocho años, y director y productor privado mucho tiempo; llevo noventa y tantos montajes ya a mis espaldas. Sólo pido un poco de respeto.

–En cuanto a lo de programar, el propio Ayuntamiento ha dicho que ya está trabajando con algunas personas para seleccionar montajes de cara a un futuro inmediato. (Fuentes consultadas por LA RAZÓN aseguran que Getsemaní de San Marcos –directora de Programas y Actividades Culturales– y Paula Foulkes –asesora de la Alcaldía– ya están dedicadas a esa labor de programar en el Teatro Español).

–Sé lo mismo que cualquiera; por lo que se dice, parece que así es.

–De ser así, querría decir que la programación estaría en manos de un cargo político, no de un director artístico.

–Efectivamente. En mi carta me quejo precisamente de «injerencias políticas», algo que me parece gravísimo en una institución que tiene un director artístico, en este caso yo, que fue elegido, que no se le olvide a nadie, porque ganó un concurso público.

–Un concurso que, si no me equivoco, implica que el ganador del mismo debe desarrollar su labor artística a lo largo de cuatro años, ¿no es así?

–Así es. El contrato se puede rescindir, pero... ¿cómo van a convocar ahora otro concurso? Es de locos. Por primera vez se ha roto el acuerdo que existía entre los partidos políticos; y esto es grave. Todo lo que se haga ahora no tendrá ninguna credibilidad.

Ahora Madrid se queda solo

Cuando se supo la noticia del arrinconamiento de Pérez de la Fuente en su despacho a finales de enero muchas fueron las voces que se alzaron para mostrar su apoyo al director. De todos lados. Lo curioso, y contradictorio, llegó ayer, cuando en el consejo de Administración de Madrid Destino, en el que están representados los diferentes grupos del consistorio, sólo la parte Popular votó en contra de la ya sabida destitución. Ciudadanos y PSOE se abstuvieron, mientras que los representantes de Ahora Madrid votaron a favor del cese.