Teatro

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Sol Picó baila por las mujeres

Sol Picó llega al Español
Sol Picó llega al Españollarazon

Dónde: Teatro Español (Sala Principal). Madrid.

Cuándo: 15 y 16 de junio.

Cuánto: de 5 a 22 euros.

Tiene bemoles que cuando Sol Picó (Alcoy, 1967) se propuso hacer una pieza sobre la mujer contemporánea en el mundo encontrara como lazo de unión de todos los casos la discriminación. De Japón a España, pasando por la India, Francia y Benín, y en el siglo XXI. «Es alucinante –dice–. Te haces mayor y ves que las cosas no es que no cambien, sino que te das cuenta de que va a costar mucho hacerlo». Padres y madres que se casaron por decreto: «Te lo presentaban y te lo quedabas», comenta Picó; niñas no deseadas; y mujeres de la limpieza que tienen de «propina» una violación rutinaria fueron algunas de las historias que la sobrecogieron y que desataron la rabia necesaria para levantar «We Women», el espectáculo que presenta la semana que viene en el Español.

La última Premio Nacional de Danza ha juntado a cuatro bailarinas, ella incluida, y tres músicas de distintas partes del mundo –las citadas al principio– para denunciar y combatir una realidad que le duele: «Por muy diferente que sea la mujer de la que hablamos, tiene las mismas carencias en ambos lados del mundo. Es algo muy difícil de unificar y de entender con la modernidad». Shantala Shivalingappa, Julie Dossavi, Minako Saki, Adele Madau, Marta Robles, Lina León, Shreyashee Nag y la propia coreógrafa ponen rostro a la denuncia en esta mirada colectiva sobre la mujer en la que cada una aporta la perspectiva de una cultura diametralmente opuesta a la otra y que ahora han encontrado en su semejante un vértice en el que unirse. «A nivel artístico cada una tenemos nuestra personalidad y, de hecho, encontrar un lugar común ha sido un esfuerzo grande, pero hemos conseguido contaminarnos», explica Sol Picó. Técnicas diferentes y lenguajes desconocidos entre sí que unidos buscan profundizar en el papel de las mujeres en la estructura social actual y que a la coreógrafa le revela una pregunta: ¿cómo es posible que en el siglo XXI sigamos con estas cosas?