2-2. A Basilea no se llega sin sufrir

El Sevilla logra un valioso empate a dos en Ucrania, donde Vitolo lo adelantó y Gameiro igualó de penalti tras la remontada local.

El Sevilla dio un pequeño paso, ínfimo si se quiere, hacia su quinta final europea. El empate con goles siempre es un resultado que un visitante firma en la ida, por lo que la igualada a dos arrancada en el partidazo visto en Léopolis debe ser celebrada como se merece. Pero cuidado con el Shakhtar, que tiene armas para dar un disgustazo dentro de una semana en el Sánchez Pizjuán.

El principio del Sevilla fue gravemente culposo porque el arranque no pudo pintar mejor pero, por su mala cabeza, dejó escapar una magnífica renta contable y una no menos decisiva ventaja moral. Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando Gameiro, que está de dulce, habilitó a Vitolo con un primer toque sutilísimo y el canario definió tras sentar a Rakitskyi con un recorte. Un gol fuera, ese potosí, antes de que los espectadores se acomodasen que, paradójicamente, resultó malo para los sevillistas.

Tal vez se imaginaron ya en Basilea o se vieron demasiado guapos, porque los futbolistas de Emery se plantaron en el campo sin tensión, con el deseo de que nada ocurriese en los 175 minutos que quedaban de eliminatoria. No estaba de acuerdo el Shakhtar, claro, que reaccionó con el temple de los equipos cuajados para ir encerrando al rival hasta remontar aprovechando dos lagunas de marca bastante groseras. Rakitskyi, central de cintura dura pero bueno con el balón en los pies, vio a Marlos en un latifundio y su compañero le agradeció la clarividencia con un control genial y un remate a la base del palo.

El Sevilla no se dio por enterado, como si el gol del empate no fuese más que un contratiempo en su camino seguro a la final. Kon-plyanka y Banega, los presuntos creadores, se perdían en frivolidades, mientras que Krychowiak no daba abasto para sujetar a la tripleta de mediapuntas de Lucescu, especialmente un Taison venenoso que hacía mucha pupa partiendo desde el perfil de Mariano. Por la banda del brasileño llegó el 2-1 en un córner sacado en corto que provocó un aclarado para que Marlos quebrase a su par y sacase un magnífico centro a la cabeza de Stepanenko, criminalmente abandonado por N’Zonzi al borde del área pequeña. El final de la primera parte, con los «mineros» rearmados por su remontada, se agradeció como un maná en el banquillo visitante.

Una semifinal europea es siempre una prueba de carácter, cualidad que adorna al Sevilla. La salida en la segunda mitad, cierto que ayudado por un Shakhtar muy cómodo cuando espera, mostró voluntad de meterse en el partido. Carriço y N’Zonzi rozaron el empate en dos llegadas desde la media distancia justo cuando Emery se hartó de la improductiva búsqueda del lucimiento de Konoplyanka y lo sentó para sacar a Krohn-Dehli, su jugador fetiche, que se destrozó la rodilla a los pocos minutos. La lesión es grave y la imagen, sobrecogedora.

La eficacia de Gameiro es grande y ayer, en los minutos decisivos del encuentro, aprovechó una de las dos opciones que le generaron los compañeros; por desgracia, metió una que le anularon por un fuera de juego muy dudoso y mandó a las nubes un mano a mano sólo después. Enseguida, Vitolo burló al portero con una picadita, pero Kucher salvó bajo los palos. Merecía el empate el Sevilla, que llegó gracias a un penalti forzado por Vitolo y transformado por Gameiro, con la seguridad que siempre exhibe desde los once metros: fuerte, raso al centro y gol liberador a falta de diez minutos, que fueron un asedio aéreo del Shakhtar bien resuelto por David Soria, el portero que aún no ha debutado en Primera.

Ficha técnica:

2 - Shakhtar: Pyatov; Srna, Kucher, Rakitskiy, Izmaili; Stepanenko, Marlos (Bernard, min.91), Kovalenko, Tayson (Bellington, min.91); Malyshev y Ferreyra (Eduardo, min.91).

2 - Sevilla: David Soria; Ferreira, Carriço, Rami, Escudero; N'Zonzi, Krychowiak; Vitolo, Banega, Konoplyanka (Krohn-Delhi, min.59. Koke, min.72); y Gameiro.

Goles: 0-1, min.6: Vitolo. 1-1, min.23: Marlos. 2-1, min.35: Stepanenko. 2-2, min.81: Gameiro (penalti).

Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Amonestó a Carriço, Krychowiak, Escudero, Srna y Mályshev.

Incidencias: partido de ida de las semifinales de la Liga Europa disputado en el Arena Lviv, oeste de Ucrania, ante 35.000 espectadores (lleno).