82-89. Un arsenal casi infinito

El Real Madrid responde en un partido de exigencia máxima en Tel Aviv

La Mano de Elías es uno de los templos del baloncesto europeo y allí selló el Real Madrid su segunda victoria en otras tantas jornadas de la nueva Euroliga. Ante un Maccabi empeñado en volver a ser el que fue, con un perímetro espeso durante más de medio partido y después de encajar un parcial de 16-0 en el tercer cuarto, el equipo de Laso respondió en un día de exigencia máxima. La de Tel Aviv es una victoria con plus.

El equipo blanco fue capaz de responder a todos los desafíos que planteó el Maccabi y a las carencias que fueron surgiendo durante los 40 minutos porque también las hubo. La apuesta de Draper en la dirección no fue trascendente. Sí la aportación de salida de los dos interiores. Thompkins y Ayón marcaron las primeras diferencias. La aparición de Carroll bastó para disimular la mala puntería del resto de exteriores. Con un triple de Rudy, el primero de un jugador que no era el escolta yanqui –1/10 se marcaron los compañeros de Carroll–, el Madrid se fue al descanso en ventaja (33-46). Como en el tercer cuarto los triples siguieron sin entrar y el Maccabi ya carburaba llegó el parcial de 16-0 (49-46, min 25).

En la primera situación límite Laso hurgó en el banquillo. Dos de los inéditos, Reyes y Doncic, aparecieron. No pudieron ser más providenciales. La maravilla eslovena de 17 años se marcó los últimos 16:22 de partido sin descanso. Su aportación va más allá de los números (2 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias). Es que no comete un error, no toma una mala decisión, aporta por igual en los dos lados de la cancha. Despierta en sus compañeros una confianza impropia de un adolescente. Es asombroso. Como lo del capitán. Entró en cancha y cuando sus colegas, salvo Carroll, acumulaban un raquítico 1/14 en triples, se marcó una jugada de cuatro puntos. Sirvió para que el Madrid retomara el mando y para que alguno más espabilara. Rudy fue el primero que atendió la llamada del capitán y el que más ajustó la mirilla. El alero siguió el ejemplo de Carroll y calmó los ánimos macabeos. Los locales se encontraron en el último cuarto con que las vías de agua se multiplicaban. Randolph se unió a la fiesta de los exteriores y llegaron nuevos refuerzos. Llull, que se había dedicado a pasar, empezó a anotar. Palió su mal día en el tiro haciendo felices a los compañeros (11 asistencias), surgió otra vez Carroll... Y cuando el partido parecía cerrado (71-83), el Maccabi se negó a rendirse, pero el Madrid ya había despegado. Los tiros libres de Doncic acallaron definitivamente La Mano de Elías.

- Ficha técnica:

82 - Maccabi Fox Tel Aviv (16+17+24+25): Goudelock (16), Rudd (18), Ohayon (2), Smith (5) y Zirbes (6) -cinco titular-, Seeley (10), Mekel (-), Pnini (-), Weems (15) , Landesberg (-), Alexander (-) e Iverson (10).

89 - Real Madrid (20+26+16+27): Llull (14), Draper (-), Fernández (16), Thompkins (6) y Ayón (9) -quinteto titular-, Randolph (9), Carroll (18), Doncic (2), Maciulis (4), Reyes (4), y Hunter (7).

Árbitros: Borys Ryzhyk (UKR), Milivoje Jovcic (SRB) y Spiros Gkontas (GRE). Expulsaron por personales a Iverson.

Incidencias: Partido de la segunda jornada de la fase de grupos disputado en el Menora Mivtachim Arena de Tel Aviv ante 11.060 espectadores. EFE