Baloncesto

Baloncesto

Balones a Llul

La Copa le ratifica como el jugador más decisivo de Europa. «Sabe qué elegir en cada momento», afirma Laso sobre el base de Mahón, que prefirió seguir en el Real Madrid a irse a la NBA.

Llull saluda a los aficionados desde la sede de la Comunidad
Llull saluda a los aficionados desde la sede de la Comunidadlarazon

La Copa le ratifica como el jugador más decisivo de Europa. «Sabe qué elegir en cada momento», afirma Laso sobre el base de Mahón, que prefirió seguir en el Real Madrid a irse a la NBA.

La Copa sólo ha tenido 21 jugadores nacidos en España, poco más de un 20 por ciento de todos los que compitieron en Vitoria. Pero el mejor fue uno de los nacidos aquí, Sergi Llull (15-11-1987, Mahón). Diez puntos en los últimos 2:33 de la final ante el Valencia, los últimos siete de la remontada en semifinales frente al Baskonia, ocho en la prórroga ante el Andorra... Es único en Europa, el más decisivo. Nadie anota tanto y con tanta frecuencia en los últimos minutos.

La no canasta con España

La medida de lo que es hoy Llull se vislumbró con su estreno en la Selección. Fue en el Eurobasket de 2009. Scariolo apostó por él y en un partido de la segunda fase ante Turquía decidió que el último ataque debió culminarlo el novato. Falló la bandeja porque Erden, el pívot turco, le hizo una falta que no se señaló. «Si se la juega el chico, pasan estas cosas», soltó Marc Gasol, una frase que luego debió aclarar, ya que se refirió a los árbitros y no a su compañero. Aquel chico entró en la órbita de la Federación en 2002 gracias a que con su equipo cadete, La Salle, anotó 71 puntos y repartió 19 asistencias en un partido sin prórroga. Dos años después fue campeón de Europa júnior en Zaragoza con la Selección que lideraba el «Chacho». «Era un tirillas», recuerda Txus Vidorreta, actual ayudante de Scariolo y técnico de aquel grupo. Era el más pequeño del equipo y físicamente estaba en construcción.

Cambia la historia

«Siempre las fallaba, siempre las fallaba», clamaba Llull en los pasillos del Martín Carpena de Málaga después de anotar la canasta decisiva en la final de la Copa de 2014 ante el Barça. Sólo quedaba una décima de segundo. Aquel lanzamiento desde seis metros es la canasta que recordará «toda la vida». Lo que llegó a partir de entonces fue una secuencia única de canastas ganadoras y de rachas imparables en momentos decisivos. Fuenlabrada, Baskonia, Unics Kazán, Siena, Bamberg, Copa, ACB, Euroliga... y Valencia, siempre Valencia, su víctima favorita. Resolvió con un triple el tercer partido de semifinales de la Liga Endesa en 2015, hace un año anotó un tiro desde más de 20 metros en el último segundo y el último capítulo ha sido la Copa de Vitoria. «A veces la lío, pero hoy –el domingo de la final– salió bien», declaró. «Esto va con el carácter de cada uno. No me gusta perder y tengo la confianza de mis técnicos y compañeros para intentarlo», asegura. Laso sabe que tiene en sus manos un jugador único. «Cuando aposté por Llull como base algunos dijeron que estaba loco», recuerda. Y ahora asegura que el «equipo tiene confianza en él y sabe qué elegir en cada momento. Su grandeza son los tiros, pero si no llegan es capaz de buscar otra cosa», explica Laso.

¿Y la NBA?

En Estados Unidos descubrieron a Llull a los pocos meses de llegar al Madrid. Con 19 años y 17 puntos tumbó a los Raptors y en 2009 fue elegido en el número 34 del «draft» por los Nuggets. Convertido en una estrella, los Rockets de Houston fueron a por él con una oferta que pensaban irrechazable: 21 millones de dólares por tres años. Dijo no y renovó por el Madrid hasta 2021. La NBA comprobó en octubre lo que se perdía. En el amistoso ante los Thunder anotó tres triples en los finales del segundo, tercer y último cuarto.