Eurobasket

El día que Llull hacía más falta

Alemania, liderada por su base Schroder, el obstáculo antes de la lucha por las medallas

Schroder es la principal amenaza de Alemania para el partido de cuartos
Schroder es la principal amenaza de Alemania para el partido de cuartoslarazon

Alemania, liderada por su base Schroder, el obstáculo antes de la lucha por las medallas.

Los España-Alemania son un clásico continental en el siglo XXI. El relato comienza con la lucha por el bronce en el Eurobasket de Turquía hace ya 16 años –31 puntos de Pau, 27 de Navarro y 43 de Nowitzki con victoria española– y hoy vivirá en los cuartos un nuevo capítulo. El más reciente fue hace dos años en Berlín. Era la última jornada de la primera fase y el que perdía se iba a casa. Ganó España y Dennis Schroder, el líder de la nueva Alemania, falló un tiro libre que hubiera llevado el partido a la prórroga. Una de las piezas clave de aquella victoria, Llull, verá hoy el partido en su casa en plena recuperación de su lesión de rodilla. Sergio Scariolo le echa mucho de menos: «Alrededor de Schroder y Pau han cambiado muchas cosas con respecto a hace dos años. Echo de menos a Sergi –Llull–, que le defendió muy bien y aprecié mucho el trabajo de Mirotic sobre Nowitzki, por otro lado Pau Ribas tuvo un papel protagonista en ese partido. Alemania ha añadido esa batería de hombres grandes que han entrado muy bien en la competición internacional».

Alemania se ha puesto en manos del base de los Atlanta Hawks (15-9-1993, 1,88) y de momento el resultado es óptimo después de una irregular primera fase. Alcanzaron los cruces con tres victorias (Georgia, Ucrania e Italia) y dos derrotas (Israel y Lituania) y en octavos se cargaron a Francia. Todo lo que sucede en el equipo germano pasa por las manos de Schroder. Es el segundo máximo anotador del torneo (23,2 puntos por partido), uno de los mejores pasadores (5,2) y juega más de 30 minutos. Acapara mucho la pelota, consume casi un tercio de los ataques (16 tiros de campo), pero lo mejor es que su rol y el del resto de compañeros están perfectamente asimilados por todo el mundo. Ricky, el mejor jugador español del campeonato, está llamado a ser su sombra . «Nuestra tarea debe ir en dos direcciones: mantenerle en un nivel de anotación normal y sobre todo intentar que la defensa sobre él no nos cueste demasiado en términos de faltas y asistencias. Es casi infalible desde el tiro libre, pero hay que limitar que genere juego», revela Scariolo.

Hijo de un alemán y una gambiana, musulmán y «enfermo» del skate, Schroder se volcó con el baloncesto a la muerte de su padre con 16 años. A los insultos racistas que recibió en la adolescencia respondió con el mechón rubio que se ha convertido en su imagen de marca. Su físico y su estilo callejero llamaron muy pronto la atención de los espías estadounidenses.

Fue elegido en el número 17 del «draft» por los Hawks y esta temporada se ha convertido en titular indiscutible en Atlanta. Ese papel se ve reforzado en la Selección y más tras la retirada internacional del mítico Dirk Nowitzki. Pero Alemania tiene más madera. En torno al base se han juntado un grupo de aleros, ala-pívots y pívots con mucho físico, aunque un talento limitado. Suficiente para competir en cualquier caso. El nuevo jugador de los Celtics, Theis, es su mejor escudero. Le acompañan varios ACB como Benzing (Zaragoza) o Voitgmann (Baskonia). Su defensa es una de las mejores del campeonato y en ese aspecto ha insistido Scariolo. «No siempre se puede jugar bien, fluido y bonito. El partido será un ejemplo de esto, porque ante una gran defensa es complicado poder jugar muchos minutos así, pero hay que jugar eficaz y disfrutar de ello y nuestro equipo está cómodo defendiendo». Incluso sin Llull. Hoy se le echará de menos.