Europa

Montenegro

Lección de la otra España

Colom, al mando, y Sergi Vidal, saliendo desde el banquillo, decisivos ante Eslovenia.

Fran Vázquez, en una acción ante Eslovenia durante las "ventanas FIBA"
Fran Vázquez, en una acción ante Eslovenia durante las "ventanas FIBA"larazon

Colom, al mando, y Sergi Vidal, saliendo desde el banquillo, decisivos ante Eslovenia.

¡¡¡Gracias chicos!!! El agradecimiento lo pueden pronunciar desde el presidente Garbajosa a Sergio Scariolo, desde Pau Gasol al «Chacho», desde Llull a Marc... Todo el baloncesto español tiene que rendir pleitesía a la otra España. Si lo de Montenegro tuvo mérito, la victoria ante Eslovenia fue para recordar. La selección de la clase media jugó como si todos sus componentes fueran carne de Euroliga. El campeón de Europa, con siete de sus medallistas de oro, se vio superado por un equipo al que le sobraron deseo e intensidad por toneladas. Si además hay tipos con el talento de Quino Colom; un microondas saliendo del banquillo como Sergi Vidal; dos elementos como Saiz y Llovet, que son capaces de «pegarse» con la estatua del Cid; el liderato de Fran Vázquez sobreponiéndose a unas molestias en el primer cuarto... España cerró la primera sesión de las «ventanas FIBA» con una victoria que encarrila la primera fase y que allana bastante el terreno hacia China’2019.

Además de agradecimiento a esta Selección habría que pedirle disculpas. Incluso desde el seno de la propia Federación. Muy pocos dentro de «la familia» creían que las dos primeras jornadas se iban a cerrar con otras tantas victorias. De ahí lo de «Emergencia nacional» y «No se puede despedir así a Pau», pero... La Selección estuvo tan centrada como 48 horas antes en Pogdorica. Vidmar, Prepelic y Cançar hicieron el daño que se esperaba. Entre los tres anotaron 70 de los 84 puntos de Eslovenia, pero España logró que en ningún momento el trío remara a la vez. Vidmar hizo daño al principio; Prepelic fue una metralleta hasta el tercer cuarto y Cançar despertó después del descanso, pero la inspiración de los tres no coincidió. Y ésa es una de las grandes virtudes de esta España: la defensa. Muerde atrás. Pero hay más. El trabajo coral tuvo el complemento de dos líderes, Colom y Vidal. Todo el equipo siguió su senda con una fe ciega. El partido de Colom fue perfecto (25 puntos, 9 asistencias y 3 rebotes) y a él se agarró la Selección cuando más apretaba Eslovenia. Lo mejor es que fue sin él cuando el equipo se despegó y abrió unas diferencias definitivas (80-65) en el último cuarto. Lo de Vidal, uno de los veteranazos, fue de concurso. Seis triples con un solo error cuando el balón quemaba. Y luego está el deseo. Hay un apartado en la estadística, el rebote, en el que resulta básico. España abrumó (39/29) a Eslovenia en uno de esos partidos que se recuerdan porque nadie esperaba tanto de la clase media del baloncesto español.