Prohibido fallar

Antes de disputar la séptima jornada de la primera fase el vigente campeón no accedería al «Top 16». El Real Madrid ahora mismo no está entre los 16 mejores equipos de Europa. Cuatro derrotas en seis partidos han situado al equipo de Pablo Laso en una situación que nadie imaginaba después de mes y medio de competición. Los tropiezos ante el Fenerbahçe o en Moscú ante el Khimki eran previsibles. Las derrotas ante el Estrasburgo y el Khimki en Madrid, difíciles de explicar. A la segunda fase del torneo acceden los cuatro primeros del grupo y el Madrid ahora es quinto. Una victoria en Belgrado ante el Estrella Roja es imprescindible para afrontar las tres últimas jornadas con relativa tranquilidad. El campeón de Europa tiene pendiente las visitas de Fenerbahçe y Estrasburgo y la visita al Bayern de Múnich. Franceses y alemanes también se estarán jugando la clasificación para la segunda fase.

El Real Madrid juega en Serbia ante el único rival con el que ha vivido una noche tranquila en Europa. Los balcánicos cayeron en el Barclaycard Center por 98-71 y son, con diferencia, el bloque más flojo del grupo.

La huida de Schorsianitis y la lesión de Luka Mitrovic supone que los 25.000 espectadores que llenarán el Kombank Arena sean la principal amenaza de los de Belgrado. «Las cuentas son ganar los cuatro partidos que nos quedan. Necesitamos ganar y hasta el último partido no podemos pensar en lo que tenemos o en lo que nos hemos dejado. Sigo pensando que cuatro partidos son muchos y hay muchísima igualdad», asegura el técnico madridista. Los problemas físicos de Llull y Rudy complican un poco más el desafío ante el Estrella Roja.

Y mientras la Euroliga consume una nueva jornada, la FIBA sigue adelante con su propuesta para crear una Liga Campeones de baloncesto que arrancaría la próxima temporada. Las federaciones de España, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Rusia y Turquía se reunieron en Roma para seguir con el proyecto. «Los participantes han decidido por unanimidad que continuarán trabajando sobre el proyecto de Liga Campeones haciendo los cambios necesarios para tener en consideración los deseados principios deportivos y la apertura de un sistema de competición para clubes de élite para lanzar el torneo, como estaba planeado, en la temporada 2016/17». El divorcio entre la Euroliga y la FIBA se agudiza.