Copa del Rey de Baloncesto

Un héroe inesperado

Los triples de Eriksson, que iba a ser esta temporada el último alero en la rotación azulgrana, resucitan al Barça.

Eriksson defiende a Waczynski. El sueco fue el mejor del Barça
Eriksson defiende a Waczynski. El sueco fue el mejor del Barçalarazon

Los triples de Eriksson, que iba a ser esta temporada el último alero en la rotación azulgrana, resucitan al Barça.

La Copa necesita héroes y este Barcelona más todavía. Con casi media plantilla lesionada –había casi tantos jugadores detrás del banquillo como disponibles para Bartzokas– y después de dos primeros cuartos con una anotación raquítica apareció Marcus Eriksson. La puntería del alero sueco mostró a los azulgrana el camino a la semifinal en la que espera el Valencia. Eriksson resucitó a un muerto con cuatro triples en el tercer cuarto y el Barça evitó un descalabro de consecuencias impredecibles. El nórdico estaba llamado a ser el último alero esta temporada en la rotación azulgrana, pero los contratiempos físicos le han dado minutos y él ha respondido con un paso al frente en el primer día del todo o nada en Vitoria.

El actual Barcelona transmite una sensación de fragilidad que es raro de ver con esa camiseta. Lo único que parece claro en su plan y en el desarrollo de sus partidos es que Rice tiene vía libre para hacer lo que se le antoje. Lo demás resulta impredecible. Durante casi toda la temporada la moneda al aire ha salido cruz y así seguía hasta el descanso. El Barça sólo anotó 28 puntos en los primeros veinte minutos. Lanzó mucho más de tres (18) que de dos (12) y si Unicaja no se disparó fue porque en los malagueños costaba encontrar alguien más que funcionase al margen de Díaz.

El Barça tuvo el mérito de la insistencia a pesar de los errores. Acabó el partido con más lanzamientos triples (29) que de dos (27), pero al aumentar su porcentaje la película cambió drásticamente. Mantuvo el plan y tuvo premio. Los tres primeros ataques del tercer cuarto fueron otros tantos triples. Un anuncio de lo que se avecinaba. Lo mejor para Bartzokas es que no llegaron de la misma muñeca. Hubo uno de Koponen, otro de Rice y el comienzo del recital de Eriksson. Nuevas amenazas que añadir a la habitual del base estadounidense.

Y el más letal fue el sueco. Es un tirador puro. Con 2,01 es una delicia verle armar el brazo y su mecánica de tiro es para enseñarla en las escuelas. Clavó cuatro triples para que el Barcelona tomase el mando del partido y para que sus compañeros ganasen algo de confianza. Falta le hace a una plantilla que sólo se ha llevado batacazos esta temporada. Unicaja fue demasiado frágil. La aparición de Nedovic evitó que el 6/7 en triples del Barça en el tercer cuarto dejara el choque decidido. Pero el serbio necesitaba ayuda y no la encontró. En el Barça sí aparecieron jugadores que tomaron el relevo de Eriksson. Rice fue una amenaza constante y Tomic se hizo notar a tiempo. Hasta uno de los temporeros como Renfroe terminó anotando de tres. Bartzokas acabó el partido chocando la mano con todos sus jugadores en un gesto para rearmar al equipo ante lo que se avecina. Ahora queda comprobar si este Barça está para pelear con un equipo más armado como el Valencia.