Eurobasket

Va por Navarro

España, en la despedida de su capitán después de 253 partidos con la Selección, busca el bronce ante Rusia.

Juan Carlos Navarro, capitán de España, en el último entrenamiento con la Selección
Juan Carlos Navarro, capitán de España, en el último entrenamiento con la Selecciónlarazon

España, en la despedida de su capitán después de 253 partidos con la Selección, busca el bronce ante Rusia.

La «Bomba», el compañero de habitación de Pau Gasol, el capitán de la Selección, el jugador con más internacionalidades (252), el campeón del mundo, el dos veces campeón de Europa, el campeón del mundo junior, el triple medallista olímpico, el otro hermano de Pau, el jugador de la «Semana Fantástica» y MVP del Eurobasket de 2011, el debutante en los Juegos de Sydney... Juan Carlos Navarro se despide hoy (16:00, Cuatro) de su equipo del alma ante Rusia. Y lo hace en busca de una nueva medalla, un bronce que culmine una trayectoria irrepetible. No se entiende la edad de oro del baloncesto español sin la presencia de «Juanqui». Por eso en su conferencia de prensa de ayer, los compañeros le ovacionaron, corearon su apellido y el capitán se emocionó. Fue el particular homenaje de su «familia». «Ha sido mi último entreno con los compañeros. Darles las gracias a todos y ante Rusia será mi último partido con la Selección. Es impresionante todo lo que ha pasado en estos quince años, o diecisiete, y solo tengo palabras de agradecimiento a todos los entrenadores y todo el mundo».

La baja de Llull llevó a la titularidad en este torneo al capitán, aunque su papel en el equipo ha ido de más a menos. Llegó al campeonato con la intención de ser importante no sólo fuera de la pista, pero su papel en la Selección, como ya sucediera en los Juegos de Río, ha sido secundario. Ese paso atrás obligado no oculta un palmarés, un compromiso, una implicación y una entrega admirables. Navarro, uno de los jefes del vestuario desde hace más de 15 años, ha jugado partidos y campeonatos con unos dolores con los que cualquier otro se hubiera borrado, asegura más de un ex seleccionador. Los últimos días en el equipo han sido especiales, incluso para un tipo tranquilo como él. «Le das vueltas a la cabeza y estoy un poco más nervioso de lo habitual porque llevo días pensando en que va a llegar este momento. Es ley de vida, hay gente por debajo que viene con fuerza y hay futuro en la Selección. Ha sido un honor venir estos dos meses. Tampoco quería hacer esta despedida más formal porque nos queda un reto importante y que no sea esto el centro. Tenemos que ganar como sea y seguro que todos darán un paso más por mí y por todos los aficionados», comentó Navarro. En el vestuario, la sensación es unánime: hay que ganar el bronce para que el capitán se vaya como merece.