Atletismo

Bruno Hortelano: «Ahora tengo más hambre»

Dos meses después de su grave accidente, que casi le cuesta la mano derecha, Hortelano dice que va a volver al «110 por ciento» y que piensa estar «muy fuerte» en el Mundial de Londres.

Bruno Hortelano, que se encuentra en plena fase de recuperación del accidente que sufrió el pasado septiembre
Bruno Hortelano, que se encuentra en plena fase de recuperación del accidente que sufrió el pasado septiembrelarazon

Dos meses después de su grave accidente, que casi le cuesta la mano derecha, Hortelano dice que va a volver al «110 por ciento» y que piensa estar «muy fuerte» en el Mundial de Londres.

Ángel David Rodríguez, durante muchos años el hombre más rápido de España, vestido de traje esta vez, da un abrazo a Bruno Hortelano, que este año le quitó el récord nacional de los 100 metros y superó el suyo propio de 200. «Vengo sólo a verte», dice Ángel David en la sede del Comité Olímpico Español (COE). Y mantienen una charla sobre la recuperación de Hortelano, a quien todavía se le puede ver la mano derecha con una venda después del grave accidente de tráfico que sufrió el pasado 5 de septiembre. Bruno, campeón de Europa del doble hectómetro y semifinalista en los Juegos de Río en la misma distancia, es la sensación del atletismo nacional, como demuestra la expectación que despertó su primera aparición pública después del accidente. Es una figura que necesitaba este deporte en España. Tres operaciones y una mano prácticamente reconstruida después han dado paso al lado más ambicioso de un velocista que siempre ha tenido en mente hacer algo grande. Quienes le conocen aseguran que desde hace tiempo ya se había marcado los objetivos que ha logrado en 2016, y que sólo las lesiones impidieron que llegaran antes. El accidente de tráfico sólo ha sido un obstáculo más. «En principio no sabía de qué iba, pero después, cuando me contaron lo que me iban a hacer no tenía preocupación. Mi intención es volver igual o mejor. Al 110 por ciento», explicó ayer tranquilo y reflexivo, luciendo una gorra blanca grande y calada, bien de ánimo y quizá algo menos musculado por la inactividad. «Ahora tengo más hambre de seguir peleando», añade.

Hortelano no quiere saber nada de fibras ni de tendones para explicar por qué los atletas negros dominan las pruebas rápidas del atletismo, y también las de fondo. Él piensa que puede vencer al que tenga al lado, sea del color que sea. Una venda en la mano y unas agujas en el dedo corazón, que le quitarán con cirugía ambulatoria, son el rastro que queda de las operaciones. Físicamente está en plena rehabilitación y ya entrenando: haciendo pesas y mucha bicicleta en el gimnasio, de pretemporada. «La técnica no va a cambiar. Si competía con la mano abierta, lo seguiré haciendo. Se corre con los pies y con la cabeza», opina Hortelano. Mentalmente asegura no estar afectado. «Desde el primer momento pensé que de ésta salía. He entrenado mucho psicología para el deporte, y me ha ayudado», admite. «Tiene una cabeza privilegiada, y por eso hace lo que hace», cuenta su representante, Alberto Armas.

Licenciado en Ingeniería biológica con especialización en Ingeniería biomédica, su intención es seguir estudiando, pero no ahora. No para las ambiciones que tiene en el atletismo. «Quiero representar bien a España. Se pueden compaginar los estudios y el entrenamiento, pero para lo que yo quiero tengo que centrarme la preparación», afirma. Y lo que él quiere, por ejemplo, es bajar de 20 segundos en los 200 metros y de 10 en los 100. «Estamos negociando con los patrocinadores y me ha pedido que incluya un plus por batir el récord de Europa de Mennea (19.72, en vigor desde 1979)», desvela su representante. Para ello se va a pasar el año entero en Barcelona. Él nació en Australia porque sus padres trabajaban allí, se crió en Canadá y estudió en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos. Allí se unió a su entrenador, Adrian Durant. «Voy a seguir con Adrian y lo que queremos es traerlo a España», indica Bruno, dispuesto a hacer lo que le mande su preparador, un ex atleta que fue olímpico. «Si tengo que hacer muchos 400 porque eso me va a hacer mejor atleta, los haré», desvela. «Éste es el estilo de vida que quiero tener», prosigue.

Y con el mismo convencimiento suelta que, aunque no se pone una fecha concreta para volver, en el Mundial de 2017 piensa estar «muy fuerte y dándolo todo».