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Cara a cara: ¿Hace bien el Barça justificando la agresión del padre de Neymar a la Prensa?

La Razón
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Van a por él y el club debe protegerle; por Carme Barceló

Es pieza fácil. Ir a por él dentro y fuera del campo se ha convertido en un nuevo deporte nacional. A la caza de Neymar. Ese es el título de vuestra película, apreciado Alfredo Duro, con la que pretendéis ganar los premios que se os ponen difíciles con un balón de por medio. La campaña de desestabilización que se ha iniciado –y potenciado tras el enésimo «no» al Realísimo– contra el jugador brasileño es de las que harán época. Le machacan en el campo y le persiguen fuera. Esto es así. Y sin justificar en absoluto la pérdida de papeles de su padre en la puerta de un restaurante de Barcelona donde celebraban el cumpleaños de su hijo, comprendo que la familia esté a la que salta. No les dejan vivir. Y cuando veo imágenes del progenitor como primera noticia de los informativos afines me pregunto por qué no hacen lo mismo con frases del tipo «algún día a alguien se le cruzarán los cables y puede salir malparado», made in Morales, jugador del Levante. Me parece tan o más grave que lo acontecido tras una celebración privada. Es lógico que el Barcelona quiera proteger a su jugador y exija respeto tras el acoso. El derecho a la información no puede ni debe estar reñido con la obligación de respetar la libertad de las personas.

El apoyo a Benzema

No hace tantos meses que en el Real Madrid se vivió una situación similar con el francés Karim Benzema, aunque bastante más grave en forma, pero, sobre todo, en fondo. Y el club blanco, querido Alfredo Duro, se puso al lado de su jugador emitiendo un comunicado en el que mostró su apoyo total al francés, recordando que en los seis años que lleva en la entidad su actitud ha sido intachable. Lógico. Exactamente lo mismo que ha hecho el Barcelona: proteger y poner el hombro a su «crack» para que repose su cabeza en él.

Que siga la fiesta

Hace un año que estábamos subidos a la tarima de Kevin Roldán, tras un 4-0 del Atlético al Real Madrid en el Vicente Calderón, y en plena fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo. Qué diferente a de la de Neymar, compañero Alfredo Duro, que venía de un 7-0 histórico días antes frente al Valencia. Y no sólo eso: estamos hablando de un Barcelona «multitítulos», líder de la Liga, con un pie en la final de la Copa del Rey, vivo en la «Champions», batiendo récords cada semana y con un tridente que quita el sueño al enemigo y hace soñar al amigo. Comprendo que estéis nerviosos, Duro. La fiesta sigue y no para la música. Ni hay quien les pare.

Otro golpe bajo a eso que llaman «seny»; por Alfredo Duro

Conozco Nuba. Se trata de un excelente y acogedor restaurante propiedad de Javier Bordas, directivo del Barcelona y prototipo de persona elegante y educada. Un perfecto gentleman que representa como nadie lo que entendemos por «seny». Justo lo contrario que el padre de Neymar, cuyos devaneos con el filo de la justicia son algo tan desagradable como habitual. Por eso te digo desde ya, querida Carme, que el Barça queda en la más triste evidencia al justificar el gamberrismo y la violencia que el padre de Neymar ha ejercido ante un inofensivo micrófono y una inocente cámara. Hablar de persecución y acoso cuando unos pocos periodistas, cumpliendo su más estricta obligación, esperan a la salida del lugar donde una estrella celebra su cumpleaños, resulta delirante y grotesco. Si nos ponemos serios habría que preguntarse por la relación entre padre y club. ¡Fuera victimismos y más responsabilidad! Ha llegado el momento de que todos asuman la suya y el Barça tiene tanta como el que más.

Respeto

Si el padre de Neymar y su hijo hubieran tenido más respeto por el club que les paga es muy probable que nos hubiéramos ahorrado la agresión al periodista de LaSexta. No te confundas con los verdaderos responsables de estas escenas. Es muy divertido generar confusión en torno a una renovación o una salida del club para luego echar la culpa al mensajero. Pero más divertido y extravagante es aún si no tienes otra ocurrencia que recurrir al «caso Benzema» para justificar lo injustificable. Mientras las imágenes dejan claro que el padre de Neymar se enfrenta a un periodista y golpea su cámara hasta romperla, lo único que sabemos de Benzema es que sus conversaciones telefónicas con un compañero de selección están siendo investigadas. El Real Madrid asume la presunción de inocencia de su jugador mientras el Barcelona pretende enmascarar la bochornosa culpabilidad del familiar de uno de sus jugadores.

Un club desquiciado

Ya sabemos que Neymar es un gran jugador, pero si todos tus esfuerzos se concentran en volver a insinuar teorías conspiratorias para darle a todo esto un envoltorio que justifique la violencia te equivocas. Hazme caso, olvida tus pesadillas teñidas de blanco porque tanto el restaurante como los periodistas están empadronados en Barcelona. Si el Barça pierde los papeles del «seny» hasta el extremo de querer ver en la actitud de papá Neymar la de un personaje acosado demuestra una vez más que se trata de un club desquiciado institucionalmente. Cuidado con las consecuencias.