Aranda de Duero

La menor de Aranda dice que la desnudaron y la agarraron para que mantuviera relaciones

Dos de los detenidos, durante el registro que hizo la policía en su casa el pasado martes
Dos de los detenidos, durante el registro que hizo la policía en su casa el pasado marteslarazon

La juez ordena prisión sin fianza para los tres futbolistas detenidos por supuesto abuso sexual a una menor. La denuncia habla de «agarrones y situaciones de violencia», según la «Ser»

El auto por el que la juez de Instrucción número 1 de Aranda de Duero envió a prisión a tres jugadores de la Arandina acusados de agresión sexual indica que la menor ratificó su denuncia sin caer en contradicciones y que los futbolistas negaron cualquier tipo de abuso.

La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Aranda de Duero fue rotunda: prisión provisional, comunicada y sin fianza para Carlos Cuadrado, alias «Lucho», de 24 años; Raúl Calvo, de 19, y Víctor Rodríguez Ramos, conocido como «Viti», de 22, futbolistas todos de la Arandina C. F. –o ya ex futbolistas porque han sido expulsados del club–, que presuntamente abusaron de una menor de 15 años. Los acusados estuvieron cinco horas declarando y sus argumentos no debieron ser muy convincentes. La decisión de la juez es un indicio de que entendió que los hechos podían tener fundamento. Se quiere también proteger a la víctima, que había declarado antes de los tres acusados, a primera hora de la mañana. Llegó a los Juzgados dentro de un coche con las lunas tintadas.

La «Cadena Ser» tuvo acceso al atestado de la policía y a la denuncia hecha por la madre cuando revisó el móvil de su hija. Hablan de que hubo «intimidación y que la agarraron de las manos», de que se produjeron «situaciones de violencia» o que, por ejemplo, «le cerraban el paso cuando quería ir al baño». Según el mismo medio, la documentación iba acompañada de un parte médico de lesiones, que, seguramente, fue decisivo para que los acusados entraran en prisión y para demostrar las supuestas agresiones.

Según el relato de la menor que aparece en el auto, si bien al principio se encontraba sola en el domicilio con su acompañante, posteriormente se presentaron los otros dos acusados.

En ese momento y, según su denuncia, los chicos la desnudaron y la agarraron de las manos y de la nuca para que mantuviera relaciones con ellos, algo que la joven trató de impedir y que le provocó miedo y un bloqueo.

Según el auto difundido por la Ser, la joven sostiene que finalmente uno de ellos la penetró.

Por su parte, los tres jugadores reconocieron en su declaración que estuvieron con la menor en su casa, pero negaron la versión de los hechos ofrecida por ella.

Lucho, Viti y Calvo llegaron en verano a la Arandina C. F. y todavía no eran muy conocidos en Aranda de Duero, donde vivían juntos en un piso pagado por el club en la calle San Francisco, donde supuestamente se produjeron los hechos. Los vecinos de la zona consultados no los señalan como conflictivos. Jóvenes de la localidad que tienen su edad y que los conocían sí los describen como «unos piezas». «Se los veía por la calle, por algún bar... Son jóvenes, les gustaba salir de fiesta y hacían mucho el tonto. Como tenían partido los fines de semana, el jueves era su día de salir, se iban a Burgos o por ahí», explica una chica del pueblo a este periódico. Nada extraño en gente de su edad, y más teniendo en cuenta que la Tercera División, donde milita la Arandina C. F. en el Grupo VIII, no es profesional. Los jugadores cobran por objetivos como pueden ser los partidos ganados, y muchos tienen trabajos aparte del fútbol, aunque no en el caso de los tres presuntos agresores, que sólo se dedican a su deporte. La joven tenía terapia una vez a la semana en la Fundación ANAR, una organización de «ayuda a niños y adolescentes en riesgo», como se definen ellos, que fue una de las impulsoras de que se cursara la denuncia. En la misma línea, algunas personas que la conocían en Aranda aseguran que era una chica no muy centrada.

La joven acudió al piso por voluntad propia, pero, según la denuncia, le propusieron tener sexo, ella se negó y fue entonces cuando la forzaron. Fuentes cercanas a los detenidos hablan de que la relación fue consentida, pero no la supuesta grabación que se hizo del vídeo y que no tardó en circular. En este caso, dada la edad de la joven, el consentimiento no es una posibilidad. La ley establece los 16 años como la edad mínima para tener relaciones sexuales consentidas. El artículo 183 del Código Penal dice que «el que realizase actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis años». Si se produjeran bajo violencia o intimidación podría elevar la pena hasta los diez años y si existe o no penetración podría irse hasta los 15. La grabación y difusión del vídeo, en caso de que se confirmara, sería otro delito.

Dos de los jugadores, Viti y Lucho, fueron detenidos el pasado lunes, precisamente en su propia casa. Raúl Calvo, que se encontraban fuera, acudió a la comisaría por voluntad propia. El martes se registró el piso y después de pasar dos noches en el calabozo de la Comisaría de la Policía Nacional, se les tomó declaración. Del Juzgado volvieron a comisaría, donde fueron trasladados por la Guardia Civil a la prisión de Burgos. Llegaron sobre las 18:30 y se estima que estén allí hasta que comience el juicio.