Alonso, ante un gran reto

Fernando Alonso acabó ayer octavo en Brasil, penúltimo Gran Premio de una temporada que no ha sido buena para él. El coche no ha acabado la mayoría de carreras y el español no ha podido ni despuntar ni demostrar su potencial en este McLaren actual. Ha sido todo un cúmulo de cosas negativas. No solo culpa del motor, porque en este deporte todos perdemos y todos ganamos. Ha sido un problema del equipo en general, que no ha sabido llevar la situación con Honda. Y tampoco han encontrado un solución en cuanto a la puesta a punto del motor o de tecnología aplicada.

Decepción lógica

Una pena, de verdad. Fernando llevaba una trayectoria muy importante, pero últimamente no ha podido ni ganar ni casi luchar por un podio. Normal que la frustración llegue a un punto en que puede contigo. Muchas reacciones suyas han sido lógicas por la tensión de todos estos años, incluso ya desde la época de Ferrari, donde ganaba carreras, pero no pudo conquistar el Mundial. Sobra decir que esta última etapa en McLaren ha sido la más complicada, la más frustrante.

Empezar de cero

Todos miramos ya al futuro de Fernando. Obviamente no va a dar un giro de 360 grados porque tenemos que volver otra vez al inicio, poner a punto en McLaren un motor Renault, es decir, empezar de cero otra vez. Por eso no podemos esperar maravillas. Ni milagros. Renault va bien con el Red Bull pero llevan muchos años trabajando juntos. Ahora McLaren debe adaptarse a los franceses. Para que este binomio funcione, todos deberían entenderse mejor con el nuevo motor. Son demasiados años ya en los que la escudería británica está sumando resultados ridículos para lo que siempre ha sido históricamente. No todo puede depender del gran talento de Fernando.