Selección Española

El chiringuito de Pedrerol: Esta España sí ilusiona

Isco dejó su sitio a Villa, que desafortunadamente no podrá estar en Liechtenstein por lesión
Isco dejó su sitio a Villa, que desafortunadamente no podrá estar en Liechtenstein por lesiónlarazon

De la mano de Isco, de Asensio, de algunos veteranos y de Lopetegui, la Selección ha recuperado y perfeccionado su estilo y nos hace soñar otra vez.

Hace tres años nos fuimos del Mundial los primeros batiendo todos los récords negativos. Y el año pasado fue Italia, a la que le pintamos la cara el sábado en el Bernabéu, la que nos dio un baño para echarnos de la Eurocopa en octavos. La España del toque que inventó el gran Luis Aragonés se desmoronó con jugadores desmotivados, aburridos y agotados sin un entrenador que hiciera nada por arreglarlo. Se había acabado la mejor etapa de nuestro fútbol y no sabíamos cuándo volvería. Pero España nos ha vuelto a ilusionar. Nos ha hecho levantarnos otra vez de nuestros asientos. El sábado nos gustó la alineación, disfrutamos con los jugones y sentimos que podemos hacer algo importante en el Mundial de Rusia 2018.

Isco, capitán general

Ha vuelto a la esencia, al fútbol de toque. España ha vuelto a adueñarse de la pelota. Pero también hace daño a la contra, como en el tercer gol, o desde fuera, como en los dos tantos de Isco. ¡Qué partidazo del malagueño! Fue capitán general. Lideró al equipo y destrozó el planteamiento defensivo de los italianos. Pero también es la España de Asensio, que tiene un desparpajo que asusta y parece un auténtico veterano. El centro del campo de España anuló a Italia. La borró del mapa. Fue una exhibición. La cara de Buffon, que no sabía ni por dónde le venían los balones, era un poema. Hasta Verrati, el gran Verrati, el objetivo frustrado del Barça, quedó retratado por un Isco que hizo magia sobre el césped.

Van los mejores

Nos encantaron Isco y Asensio, sí. Pero también veteranos como Busquets o Iniesta. Queremos que jueguen los que mejor están, sin hipotecas, miedos ni alineaciones políticas. Lopetegui ha demostrado personalidad desde el minuto uno. A esta Selección van los mejores futbolistas de España. Da igual que estén jugando en España, Italia, Inglaterra o Estados Unidos. El seleccionador los ve a todos. Además ha demostrado ya que maneja variantes en la pizarra y en el Bernabéu exhibió otra cosa: sensibilidad.

Villa sí, Costa no

Lopetegui puso a Morata. Es el delantero titular. Pero no se olvidó de Villa. Era un partido señalado para el asturiano, máximo goleador de la historia de la Selección. Marca allá donde va y tiene ilusión de un juvenil. Una lesión nos impedirá verle golear en Liechtenstein, pero su regreso nos emocionó. Y que quede claro: no fue un homenaje. La Selección no está para homenajes. El míster considera que el del New York City es importante, sobre todo tras ver el estado de Diego Costa, de pachangas con sus amigos en vez de entrenar para estar con España. La Seleccion es compromiso y Costa, por ahora, ha perdido el tren.

Creemos otra vez

¡Y qué ambientazo en el Bernabéu! Fue emotivo escuchar cómo coreó el nombre de Isco, pero también de Villa e Iniesta. O ver cómo reconoció la calidad de De Gea, que hizo varios paradones. El único borrón fueron los pitos a Piqué, aunque algunos los intentaron acallar. Una cosa es mostrar tu rechazo a sus declaraciones al principio del partido y otra distinta es perseguirle durante noventa minutos. Pero me quedo con lo importante: Lopetegui ha vuelto a hacernos creer. Esta Selección apunta a grandes cosas. Esta España sí ilusiona.