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El Chiringuito de Pedrerol: ¡¡¡Sois muy grandes!!!

Dos genios del deporte como Nadal y Federer nos regalaron un espectáculo inolvidable y nos recordaron que a veces nos preocupamos por bobadas

Mirada cómplice entre dos rivales y amigos. Dos leyendas
Mirada cómplice entre dos rivales y amigos. Dos leyendaslarazon

Dos genios del deporte como Nadal y Federer nos regalaron un espectáculo inolvidable y nos recordaron que a veces nos preocupamos por bobadas

No hay nada mejor que recibir una lección según te levantas por la mañana. Y ayer nos la dieron a todos Nadal y Federer. Porque el deporte es superación. Es esfuerzo. Es entrenar duro cada día, incluso cuando no apetece. Es vencer al dolor. Es venirte arriba cuando nadie da un euro por ti. Es dar ejemplo a millones de espectadores. Es saber perder y también saber ganar. El deporte es algo muy parecido a un Nadal contra Federer.

- Señorío

En la pista nos hicieron disfrutar durante cuatro horas, pero en sus declaraciones no se quedaron atrás. El discurso de Federer, mirando a los ojos de su rival permanentemente, diciendo que él también merecía la victoria, representa los valores que siempre deberían ir asociados al deporte. En ese discurso había señorío, deportividad, caballerosidad y saber estar. Y Nadal también supo estar a la altura. Sólo podía ganar uno, pero entre ellos pudimos apreciar la mirada cómplice de dos campeones. Dos amigos fuera de la cancha y rivales encarnizados durante los partidos. Como debe ser.

- Caminos paralelos

Sí. Había complicidad en esas miradas entre Rafa y Roger. La complicidad de dos hombres que han dejado atrás sus mejores días, pero que siempre soñaron con volver a estar en lo más alto. La complicidad entre dos profesionales que han sudado sangre para superar sus lesiones y volver a pelear por estar entre los mejores. La complicidad entre dos número uno que saben por experiencia que el esfuerzo da resultados.

- Un soplo de aire fresco

A veces nos pasamos el día discutiendo sobre bobadas. Que se pita a éste o al otro, que si un jugador se enfada porque le dejan en el banquillo, que si uno juega más que otro, o que si atracaron a un equipo por un fuera de juego de cinco centímetros. Y los futbolistas buscan culpables y enemigos externos, se escupen, se agreden, se acusan... estamos siempre en esa vorágine. Y llegan estos dos como un soplo de aire fresco desintoxicándote de tanta mediocridad. Hoy me apetecía hablar de ese aire fresco, tan necesario en un ambiente a veces viciado.

- Siempre humildes

Nadal y Federer se han enfrentado 35 veces y nunca ha habido entre ellos un gesto feo, una mala cara o unas palabras inapropiadas. Siempre humildes, han dado lo máximo cada uno sin provocaciones ni juego sucio. Y dejándonos con la boca abierta con puntos increíbles. Federer, desde la técnica, desde sus movimientos ágiles y precisos, desde la elegancia. Nadal desde su determinación, su fortaleza mental y su físico de otro planeta. Con peores condiciones que Federer para el tenis, le tuvo comida la moral durante muchos años, como reconoció el suizo. Cada uno a su manera, llevan más de una década ganándose a todos con su forma de entender el deporte. Y arrasando en la pista.

- Maravilloso madrugón

Qué buen rollo me dieron los dos. Qué maravilla de madrugón. Nos han dicho a todos: «El deporte somos nosotros». Nos han dicho que sigamos sus pasos. Los de dos genios felices y agradecidos por darle a la raqueta. Qué alegría ver que el trabajo de Nadal con Carlos Moyá para superar su lesión y volver más fuerte que nunca da sus frutos. Yo iba con Nadal, sin duda. Pero te duele menos cuando el que gana es Federer.