Tour de Francia

Ciclismo

La costumbre de Froome

El británico se puso líder en el primer final en alto del Tour, aunque no pudo evitar la victoria de Fabio Aru. Contador perdió seis segundos con el nuevo maillot amarillo y Quintana, catorce.

El italiano Fabio Aru
El italiano Fabio Arularazon

El británico se puso líder en el primer final en alto del Tour, aunque no pudo evitar la victoria de Fabio Aru. Contador perdió seis segundos con el nuevo maillot amarillo y Quintana, catorce.

El manual de estilo del Sky dice que hay que dar el primer golpe en la primera cuesta del Tour para que nadie dude de quién manda en la carrera. Y a eso se aplicó el equipo británico, que con su nuevo maillot blanco es igual de dominante que con el clásico negro. Aprovechó su superioridad para poner el ritmo en la subida a Planche de Belles Filles después de que el Bmc hubiera trabajado para dejar a Porte más cerca de la victoria. Pero el australiano fue la primera víctima de la fortaleza de sus compañeros. «Hemos ido demasiado rápido», se lamentaba al final de la etapa. «Les he dicho que fueran más despacio, pero han seguido igual», añadía.

El plan del Sky funcionaba según lo previsto. Gilbert y Bakelants, los últimos supervivientes de la escapada inicial, se abrazaban una vez superados por el pelotón de los mejores. Pero Fabio Aru se empeñó en que el equipo de Froome no cumpliera con sus tradiciones. Atacó a falta de dos kilómetros y medio para el final buscando la victoria en la única grande que le faltaba. Ya había ganado en la Vuelta y en el Giro, pero le faltaba un triunfo en Francia. No disminuyó la intensidad de su pedaleo hasta la meta, se ajustó el maillot de campeón de Italia y levantó el brazo para festejar. Después reconoció que Nibali, el último ganador en la meta de ayer, había sido su inspiración. «Es mi amigo y he visto el vídeo de 2014 cuando ganó él», decía en meta. Nibali ganó aquel Tour en el que Froome y Contador se vieron obligados a retirarse por culpa de las caídas. Nibali aprovechó su oportunidad para convertirse en uno de los dos corredores en activo que han ganado las tres grandes –el otro es Contador– y Aru no quiere perder la suya.

Tampoco Froome, que llegaba con más dudas que nunca, sin haber ganado nada en toda la temporada y descargando el favoritismo en las espaldas de Richie Porte. Cuando se marchó Aru y con todos sus compañeros ya asfixiados, puso a trabajar a Geraint Thomas. El primer líder del Tour sabía que la camiseta amarilla era prestada y no tuvo problemas en guiar a su jefe hasta que decidió atacar. Detrás de él se fueron Porte, Quintana y Daniel Martin. Contador sufría en la subida, corta pero intensa, de las menos favorables a sus condiciones.

Alberto se rehizo al mismo ritmo que Quintana se deshacía. El colombiano asegura que debe reponerse todavía de los esfuerzos del Giro. En la carrera italiana no rindió porque estaba preparando el Tour. Fue el peor de los favoritos en la llegada. Se dejó 34 segundos con Fabio Aru y 14 con Froome, que ya viste el maillot de líder. «Sabía que Aru venía muy fuerte al Tour y su ataque no ha sido una sorpresa. Lo lanzó en el mismo sitio que Nibali cuando ganó aquí. Claro que es un candidato a la victoria», asume Nairo.

Contador llegó a enlazar con el grupo de Froome, aunque perdió seis segundos. «Ha habido un momento que he tenido que coger aire. Ha habido diferencias y eso nunca es bueno, pero hemos salvado el día y eso es bueno. Ahora tenemos dos días para recuperar del desgaste», reconocía el corredor español.

Porte fue el único que aguantó al británico en meta y Bardet sumó cuatro segundos más de desventaja con el nuevo líder. «Nuestro único error ha sido dejar demasiada distancia a Fabio Aru», lamentaba Froome, satisfecho por tener a Geraint Thomas en la segunda plaza. La estrategia con la que partía Movistar en la contrarreloj de Düsseldorf de jugar con sus dos líderes, Quintana y Valverde, será ahora la del Sky. Todos saben que manda Froome, pero no pueden dejar solo al galés. El Tour está vivo.