Tour de Francia

Ciclismo

El reto, el sueño y la astucia

Arranca el Tour con Froome como favorito, el «sueño amarillo» de Nairo y la ambición de Contador. Dos cronos cortas, muchos Alpes y el Mont Ventoux decidirán

Alberto Contador
Alberto Contadorlarazon

Arranca el Tour con Froome como favorito, el «sueño amarillo» de Nairo y la ambición de Contador. Dos cronos cortas, muchos Alpes y el Mont Ventoux decidirán

Con una postal impresionante y preciosa, la del Mont Saint Michel, da comienzo la 103º edición del Tour. Lo hará húmedo y frío, al menos de momento, pues la lluvia ha recibido a los ciclistas en sus primeros días en tierras normandas y en la presentación del jueves, donde los ciclistas llegaron montados en carros de combate como homenaje a los soldados del desembarco en la Segunda Guerra Mundial. La batalla desde hoy será diferente. Nueve etapas de montaña, cuatro de ellas con final en alto, y sólo 54 kilómetros de contrarreloj repartidos en dos etapas, la decimotercera y la decimooctava, esta última de sólo 17 kilómetros. Serán los Alpes los llamados a ser los jueces de carrera. Tras las etapas pirenaicas, con salida en Viella y llegada a Andorra como fin de fiesta, llegará la segunda cordillera montañosa llamada a decidir la ronda gala. Para abrir el apetito, una meta en el Mont Ventoux en la duodécima etapa, el Montblanc en la decimonovena y la llegada a Morzine un día antes del desfile triunfal en los Campos Elíseos.

Con el 1, Froome

Nadie discute a Chris Froome la vitola de favorito indiscutible. Ha ganado dos de los últimos tres Tours en los que se ha colgado un dorsal –en 2014 se retiró con el dorsal 1 tras una fuerte caída–. «Ganar el Tour por tercera vez es el mayor reto al que me he enfrentado nunca», dice. En su ayuda, el equipo más fuerte, un Sky que asusta y que añade la incorporación a última hora de Mikel Landa para destrozar a sus rivales cuando llegue la montaña. «Me siento preparado», dice el inglés. Lo que sí deberá cambiar Froome es su estrategia, esa de pegar su mazazo en la primera jornada de montaña como hizo el pasado año en la Planche des Belles Filles para después administrar sabiamente su renta. Todos sus rivales ya le conocen. «Me siento preparado», repite.

Nairo, convencido

Desde que debutó en 2013 en la ronda gala y acabó segundo, su crecimiento ha sido constante. Y asegura que en este último año, más aún. Nairo Quintana vuelve al Tour y esta vez no quiere repetir podio. Cree que a la tercera debe ser la vencida. Más convencido que nunca, «mucho más maduro y más tranquilo», asegura que llega a una ronda que esta vez se adapta a sus características de fino escalador. Quintana ha optado por refugiarse en su Colombia natal y restar días de competición para ganarlos en entrenamientos. «Ha sido un acierto porque me siento con más frescura», comenta. La fórmula parece haberle funcionado. En la Ruta del Sur, hace apenas dos semanas, se marcó una exhibición con una escapada de 150 kilómetros y, un día después arrasó en la contrarreloj para llevarse la general. «Este Tour tiene muchas llegadas en alto con las que me identifico», las que quiere que hagan realidad su «sueño amarillo», como él lo denomina. Dice haber aprendido de los errores cometidos el pasado año, como esperar hasta el último día, el final en Alpe d’Huez, para poner contra las cuerdas a Froome y avisa de que esta vez no perdonará.

«El más listo y astuto»

Oficialmente, no ha ganado el Tour desde 2009 – el de 2010 se lo retiraron por sanción–, pero si hay un ciclista que garantice espectáculo, entrega y lucha hasta el final ése es Alberto Contador. «Froome es el más fuerte, pero Contador, el más listo y astuto», dice Richie Porte. Ésa será su arma más poderosa en éste, su noveno Tour, su incansable actitud unida a las renovadas ganas por seguir «de manera indefinida» compitiendo como ciclista profesional. Así lo aseguró nada más certificar su triunfo en la Vuelta al País Vasco el pasado mes de abril. Los rumores lo sitúan en la órbita del Trek para las dos próximas temporadas y qué mejor aval que el del triunfo en el Tour con 33 años. Contador tiene ante sí una gran oportunidad que le brinda un recorrido óptimo, con pocos kilómetros contra el reloj y mucha montaña donde sorprender, inventar e improvisar como a él le gusta. «Es de los más duros que recuerdo. Estoy confiado y tengo la forma para ganar», advierte.

Se buscan motores

La persecución a los tramposos no descansa y menos durante el Tour. Si en 2015, los comisarios de la UCI comenzaron a coger bicicletas al azar y por sorpresa para controlar la existencia de motores, éste año van más allá. La UCI llevará durante la carrera una cámara térmica de alta tecnología capaz de detectarlos. Será transportada en una moto o estará situada al lado de la carretera y podrá evaluar la diferente densidad de los materiales de las bicicletas en función de sus propiedades térmicas.