El Milan ya no es de Berlusconi

Después de treinta años de éxitos con el ex «Cavaliere» al frente, el conjunto «rossonero» pasa a manos chinas, concretamente a las del bróker y multimillonario Li Yonghong.

Un total de 29 trofeos en 31 años: 8 Ligas italianas, 1 Copa de Italia, 7 Supercopas de Italia, 5 Ligas de Campeones, 5 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes. Con este palmarés, el Milan de Silvio Berlusconi se coloca, junto al Real Madrid de Bernabéu, como el más victorioso de la historia del fútbol. Aunque a muchos les siga pareciendo difícil de imaginarlo después de tres décadas al frente, el Milan arranca definitivamente una nueva era sin su propietario, símbolo de toda una etapa de éxitos, con la firma definitiva de la compra del club por parte del bróker chino Li Yonghong.

Así pues, el fútbol milanés pasa a tener, para siempre, un nuevo sabor asiático. Algo que, por cierto, ha sido muy comentado en el país con forma de bota en los últimos días, coincidiendo con el «derbi de la Madonnina» –llamado así en honor a la Virgen presente en lo alto del Duomo de la capital lombarda– protagonizado por los dos clubes históricos de la ciudad, el «nerazzurro» Inter y el «rossonero» Milan; ambos propiedad de destacados hombres de negocios chinos. Llamó muchísimo la atención, este fin de semana, que en el palco, por primera vez en al menos 30 años, no hubiera nadie ni de la familia Moratti, ni del clan Berlusconi, ni Adriano Galliani y compañía.

Es la ley del mercado: unos venden, otros compran. Y el comprador, en plena globalización – sí, también en el fútbol – puede llegar incluso de otro continente. Pero que este último sábado se jugara un derbi tan clásico como el de Milán a las 12:30 horas del mediodía, ha sido, para algunos un shock demasiado fuerte. Era el reconocimiento de que hay que adaptarse a los nuevos tiempos: los del «interista» Sandro Mazzola o el «milanista» Cesare Maldini muy poco tenían que ver con un partido cuya retransmisión ha sido concebida para 860 millones de espectadores en todo el mundo, en buena parte asiáticos; convirtiéndose en el partido más visto en la historia del «Calcio».

«Aunque deje todo tipo de cargo operativo y representativo, seguiré siendo el primer “tifoso” del Milan», aseguró hace unos días Berlusconi, quien añadió: «Es el equipo que mi padre me enseñó a amar desde que yo era niño, la concreción de un sueño que hemos realizado todos juntos». El ex «Cavaliere» ha tenido palabras educadas hacia la nueva dirección del club: «A los responsables les deseo unos objetivos aún más extraordinarios de los que hemos logrado nosotros». Por su parte, inmediatamente después de la firma que confirmaba la nueva adquisición, Li Yonghong ha devuelto el cordial mensaje mediante un comunicado: «Gracias a Berlusconi y a Fininvest [el holding de la familia del ex «Cavaliere»] por la confianza y a los aficionados por la paciencia. A partir de hoy construiremos el futuro».

Para el nuevo propietario del Milan el objetivo es volver a la Champions, competición-símbolo del Milan de la era Berlusconi. Muchísimos personajes destacados del mundo del «Calcio», vinculados o no al Milan, han mostrado su aprecio a una etapa dorada del fútbol milanés e italiano. «Se marcha una parte de mi vida deportiva», comenta Arrigo Sacchi, quien añade: «Berlusconi y Galliani han dado la vida por el Milan. Berlusconi no sólo quería ganar, sino ganar y divertir, por eso fue un genio». «Él arrancó una nueva era para el “Calcio”», asegura otra leyenda milanista, Fabio Capello. «Acaba un ciclo irrepetible», decía el eterno Baresi.