Eurobasket

Empeñados en levantarse

Sin ocultar la decepción, el vestuario busca rearmarse para lograr la sexta medalla seguida

Ricky Rubio, por los suelos, y tres eslovenos acuden al rebote
Ricky Rubio, por los suelos, y tres eslovenos acuden al rebotelarazon

Cuesta encontrar a una selección tan superior a España como lo fue ayer Eslovenia. Quizá Yugoslavia en la semifinal del Eurobasket 2001, Estados Unidos en la intrascendente primera fase de los Juegos de Pekín o Francia en los fatídicos cuartos de final el Mundial de España. Lo de la semifinal ante los balcánicos fue excepcional en un grupo que pese a la derrota sigue instalado en la élite continental. Y ésa es la conclusión que intentaba extraer el vestuario después del varapalo vivido ante Doncic y compañía. Se trata de ganar una medalla de bronce en el partido que significará la despedida de Juan Carlos Navarro y quién sabe si la de Pau Gasol. El propio Navarro o incluso Marc han asegurado que podría no ser el último, aunque...

«Hay que asimilar las derrotas con humildad y tenemos la suerte de que aún podemos ganar una medalla en este campeonato e irnos con una alegría», reveló el propio Pau, que volvió a ser el máximo anotador de España, pero terminó el partido desesperado. Resetear y centrarse en lo del domingo es la consigna de un grupo que llegó al torneo con la ilusión de ganar un nuevo oro, el cuarto en la historia del baloncesto español. Apartada de la final, España persigue una medalla, el bronce, que sería la sexta consecutiva. Desde 2007 la Selección no se baja del podio (tres oros, un bronce y una plata) y ahora se trata de derrotar a Rusia o Serbia para lograr un nuevo metal. San Emeterio coincidía con el que ha sido el líder de España en los últimos 16 años: «Ahora tenemos que recuperarnos y pensar en el bronce. No hemos podido correr. Ellos han hecho su juego y nosotros hemos fallado tiros que han supuesto canastas fáciles. Creo que han sido justamente vencedores. Ahora analizaremos por qué y a pensar en el domingo. Estamos jodidos, dolidos porque somos un equipo ganador. También sabemos que tenemos un tercer puesto que nos puede dar una medalla meritoria».

«En el tercer cuarto nos hemos perdido un poco y hemos respondido con precipitación y acelerados. Ellos con viento a favor, incluso han jugado mejor. Desde el primer partido han estado muy bien y nosotros desde el primer día hemos trabajado para una medalla y ese un objetivo que está al alcance», revelaba Scariolo. La decepción era innegable. «Lo intentamos, lo volvimos a intentar, pero, a veces, como hoy, las cosas no funcionan», dijo el «Chacho».

La grandeza de España se refleja en la declaración con la que el seleccionador esloveno, el serbio Igor Kokoskov, celebró la clasificación: «Estoy sin palabras, ha sido increíble». Doncic, uno de los héroes eslovenos, casi no se lo creía: «Es el partido de nuestra vida, muy especial para mí. Todavía no me lo creo, ganar a España por tantos puntos es algo histórico y muy difícil de conseguir. Estoy orgulloso».