Mc Laren Honda

Alonso mira a Le Mans

El piloto da a entender que cuando acabe su contrato con McLaren, en 2017, abandonará la F-1. Su destino sería el Mundial de Resistencia

Fernando Alonso, en el pasado Gran Premio de Rusia
Fernando Alonso, en el pasado Gran Premio de Rusialarazon

Fernando Alonso disputó en Sochi su 250º Gran Premio de F-1, aunque más significativo que esa histórica cifra es el modo en que dejó caer que es posible que no alcance los 300. Eso supondría que no permanecería más de dos años en la Fórmula Uno. Y es lo que reza su actual contrato con McLaren, o más bien con Honda, que termina a finales de 2017. Fue lo que se encargó de señalar el bicampeón del mundo en la conferencia de prensa organizada por la Federación Internacional previa a la carrera en Rusia. Alonso aseguró que cumplirá su contrato, aunque estas palabras, viniendo de él, hay que tomarlas con ciertas reservas. Como casi todo en la F-1, donde los contratos, aseguran, están para romperlos. En no pocas ocasiones, Alonso afirmó que se retiraría en Ferrari y poco después de repetirlo por última vez, apenas un mes tarde, tenía a su representante negociando con McLaren.

En las últimas semanas el piloto español no se cansa de decir que existen otros campeonatos y, en este sentido, el ovetense se refiere al WEC, el Mundial de Resistencia cuyo calendario incluye las 24 horas de Le Mans. Este certamen ha adquirido una gran dimensión a nivel deportivo y, sobre todo, a nivel tecnológico, ya que emplean un sistema de propulsión híbrida mucho menos complejo que el que se maneja en la F-1. Son unas pruebas mucho más cercanas al espectador y, por tanto, es más sencillo que en pocos años cuenten con el apoyo de muchos constructores. Toyota, Audi y Porsche ya lo hacen y otros como Nissan, Peugeot y Renault están barajando la posibilidad de entrar y regresar de forma oficial.

Antes de que Alonso recalara en McLaren, Porsche ya le hizo una gran oferta: competir con ellos en Le Mans y la posibilidad de ser piloto de la compañía, una condición de la que no muchos pilotos en la historia pueden presumir. Porsche aparece como el lugar perfecto para abandonar la F-1. No hace muchos años, incluso algunos pilotos compatibilizaban la Fórmula Uno con el mundial de Sport Prototipos, nombre con el que se conocía el certamen.

El pasado domingo sorprendió que Alonso felicitara, vía Twitter, a Porsche por su éxito en la carrera de Japón y que poco después hiciera lo mismo con Mercedes después de que ganara por segunda vez el título de constructores en la categoría reina. Evidentemente, las cifras que se manejan en el WEC no son las mismas que en la F-1 y por eso a Alonso le gustaría esperar unos años más, hacer caja y luego aterrizar en Porsche. Sin embargo, puede que para entonces sea tarde porque en automovilismo los plazos cortos y medios no valen mucho y puede que el reglamento cambie y que a la compañía alemana ya no le rente su presencia en esta competición.

En McLaren, a tenor de las recientes declaraciones de Ron Dennis y Eric Boullier, todavía no tienen claro que vaya a seguir con ellos. Las puertas están abiertas a nivel contractual debido al bajo rendimiento mostrado por el coche, algo que se mide en función de los pocos puntos obtenidos en la clasificación del Mundial de Constructores.