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Evolución estancada

Fernando Alonso y McLaren tienen más que asumido que, pese al quinto puesto de Hungría, el presente Mundial no es más que una pretemporada

Fernando Alonso, en el pasado Gran Premio de Hungría
Fernando Alonso, en el pasado Gran Premio de Hungríalarazon

Fernando Alonso y McLaren tienen más que asumido que, pese al quinto puesto de Hungría, el presente Mundial no es más que una pretemporada

La F-1 está inmersa en el parón veraniego y los equipos, por obligación, descansan. Factorías cerradas o bajo mínimos, teléfonos móviles sin posibles llamadas profesionales e incluso la posibilidad de comprobar los servidores de e-mail para verificar que efectivamente las escuderías, y, sobre todo, sus ingenieros, no aprovechan estos días para buscar soluciones a sus problemas técnicos. En realidad, el parón no viene bien a casi nadie y mucho menos a McLaren. La temporada es una pesadilla.

Las dudas que estuvieron presentes desde el principio persisten. La evolución del monoplaza no ha podido ser peor. La pretemporada resultó caótica y todo se complicó mucho más con el accidente en Montmeló. La tensión no se rebajó y eso no ayudó. Arrancaron los Grandes Premios y el rendimiento del McLaren no sólo no era el esperado, dejaba mucho que desear. Y hasta hoy, salvo excepciones como la vivida en la última carrera, sólo se puede decir que está por delante de los Manor. Nadie esperaba un rendimiento tan pobre. Es cierto que desde la primera prueba a la última han reducido la distancia con los Mercedes algo más de dos segundos, pero es que el punto de partida fue muy bajo. Ahora ruedan con normalidad a más de 1.8 y reducir esa diferencia no es cuestión de meses, sino de años. Y más con la limitación de tests que existe en la actualidad. Además, en 2016 será más complicado todavía porque Jerez quedará eliminado de la pretemporada y eso reducirá las jornadas de preparación.

Otro de los problemas a los que se ha enfrentado McLaren es el método de trabajo de Honda. Su suministrador de motores lleva a cabo las mejoras con mucha lentitud, todo se estudia con demasiada parsimonia, una cultura que le ha dado muchos éxitos, pero que en la F-1 requiere un tiempo que no existe. Incluso, los propios japoneses trabajan, en los circuitos, en un motorhome privado, al margen del de McLaren, donde la presencia de personal del equipo inglés es muy reducida.

Alonso es consciente de que 2015 no es más que una pretemporada. Los resultados no llegarán y todos en el equipo son conscientes de que el quinto lugar de Hungría fue fruto de la casualidad. Lo rocambolesco de la prueba y los abandonos y sanciones que se produjeron ayudaron. Sin embargo, en Bélgica y Monza el MP4/30 volverá a sufrir. Eric Boullier habla de «segundos por liberar» del gran motor Honda, pero en la F-1 se hace difícil de escuchar que un coche mejorará segundos...

La ventaja de Mercedes es enorme e incluso Ferrari empieza a reducir esta diferencia, aunque una vez más, quizá ya sea demasiado tarde, aunque matemáticamente es posible, Vettel todavía opta al título. La última fase de la temporada será complicada para McLaren y todo apunta a que no será hasta las tres últimas carreras del curso cuando realmente se atisbe una mejoría. Todos apuntan al motor, pero la falta de potencia puede que haya enmascarado los posibles problemas del chasis.

Le Mans espera a Alonso

Durante las negociaciones de Fernando Alonso con McLaren en 2014, uno de los puntos más conflictivos fue la posibilidad de permitir al piloto asturiano correr con Porsche las 24 horas de Le Mans. Ni Honda ni McLaren, que en el mercado de superdeportivos rivaliza con la marca alemana, quisieron dejarle y al final todo quedó en nada. Finalmente, fue otro piloto de F-1 el que triunfó en la última edición: Nico Hulkenberg. En cualquier caso, el español quiere probar en esta categoría que en los últimos años está dando mucho que hablar, no sólo las 24 horas, sino el campeonato que forma con otras carreras, denominado WEC. Puede que antes de lo esperado, el ovetense dé el salto.